19 marzo, 2021
Redacción PH
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Un equipo científico liderado por el profesor de origen argentino José Polo creó por primera vez un modelo de embrión humano en el laboratorio a partir de células de la piel. Este logro les permitirá a los investigadores resolver las causas de la infertilidad, el aborto involuntario temprano, así como estudiar el desarrollo humano.
Los científicos, liderados por el equipo de la Universidad de Monash (Australia), cultivaron en condiciones de laboratorio blastoides (un conjunto de células que se asemejan a los blastocistos) a partir de células madre, derivadas de la reprogramación de las extraídas de embriones. Estas estructuras se parecen a un embrión temprano desde el punto de vista molecular y morfológico.
Los investigadores no utilizaron en su estudio óvulos ni espermatozoides, sino células que se reprograman para reproducir los primeros días de la vida humana. La generación de blastoides similares a partir de células humanas no se había conseguido hasta ahora.
Si bien no hay precedentes legislativos con respecto al trabajo con modelos de blastocistos de células madre integradas, como iBlastoides —como los llaman sus creadores—, todos los experimentos lograron la aprobación de Ética Humana de la Universidad de Monash de acuerdo con la ley australiana y las directrices internacionales. Las normas establecen que los blastocistos humanos no pueden cultivarse más allá del desarrollo de la estría primitiva, una estructura transitoria que aparece en el día 14 del desarrollo embrionario, escribe la universidad en un comunicado.
Este descubrimiento les permitirá a los científicos estudiar las etapas tempranas de la embriogénesis del ser humano, analizar algunas causas de la infertilidad, los defectos de nacimiento y el aborto espontáneo.
“Prevemos que esto facilitará el estudio del desarrollo humano temprano y de los efectos de las mutaciones genéticas y toxinas durante la embriogénesis temprana, así como ayudará en el desarrollo de nuevas terapias vinculadas con la fertilización in vitro”, explican los autores del estudio.
Al mismo tiempo, este avance científico abre un debate desde el punto de vista legal y ético. Varios especialistas coinciden en que es imprescindible tener una discusión en comunidad científica sobre el estado de estas nuevas creaciones.
“Necesitamos recordar que este es un modelo. No tiene potencial de desarrollo. No puede hacer un bebé. Tenemos que tener la discusión. ¿Hasta qué punto podemos usar estos modelos para moldear la biología?”, asegura Polo citado por The Sydney Morning Herald.
El estudio correspondiente fue publicado en dos artículos separados en la revista Nature.
Con infomación de Sputnik