9 mayo, 2018
redaccionph
La decisión de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, de sacar a su país del paco nuclear con Irán trae consigo el riesgo de un conflicto en Oriente Medio, la molestia de sus aliados en Europa y genera incertidumbre al suministro de petróleo.
Dicho pacto elaborado en 2015 y firmado por Reino Unido, Francia, Alemania, China y Rusia e Irán, trajo alivió a las sanciones contra Teherán a cambio de que limitara su programa nuclear.
Sin embargo, el presidente Trump aseguró que “fue un trato unilateral horrible que nunca debió ser” que “no trajo calma, no trajo paz y nunca lo hará”, pues no impidió que Irán “engañe” y siga buscando armas nucleares.
La primer consecuencia clara es que ya no hay un mecanismo que evite que Irán desarrolle armas nucleares, lo cual relanza la perspectiva de tensiones crecientes y temores de guerra en la región.
Con la renuncia, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos puntualizó que las sanciones se volverán a imponer en dos periodos, tras los cuales serán aplicables “con plenos efectos”, lo que dificultaría mucho más que Irán venda su petróleo.
La primera afectación será contra irán que a partir del 6 de agosto, se reanudan las restricciones a las compras de dólares estadunidenses por parte del gobierno iraní, a la adquisición de su deuda y al comercio de oro, entre otros
En tanto a partir del 6 de noviembre, figuran las restricciones a la compra de petróleo y productos petroquímicos iraníes, a las operaciones con puertos y empresas marítimas y a las transacciones de instituciones financieras con el Banco Central de Irán.
En 2012, con la imposición de dichas restricciones Irán redujo a la mitad las exportaciones de petróleo, lo que forzó a Teherán a negociar el pacto sobre su programa nuclear.
En tanto, Francia, Reino Unidos y Alemania confirmaron ayer su determinación en mantener el acuerdo con Irán.
En un comunicado, aseguraron que siguen comprometidos, “incluso asegurando que se mantengan los beneficios económicos vinculados al acuerdo en provecho de la economía y la población iraní”, indicaron en un comunicado.
Asimismo, demandaron a la administración de Trump a que “evite cualquier medida” que pueda impedir la puesta en marcha del acuerdo de las partes que están decididas a respetarlo.
En tanto, representantes de Rusia advirtieron estar “profundamente decepcionado” por la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, calificando la decisión como una violación a la legislación internacional.
Su decisión “pisotea groseramente las normas de la legislación internacional”, enfatizando en que Rusia está “extramadamente inquieto de que EU actúe a contracorriente de la opinión de la mayoría de los países”.
Opinión similar tuvo Turquía quien destacó que la medida traerá “inestabilidad”.
Otro más fue el expresidente Barack Obama, artífice de este pacto, expresó que la decisión de Trump fue “equivocada” y que la convicción de que el acuerdo sea efectivo es compartida “por aliados europeos e incluso el secretario de Defensa (Jim Mattis)”, además de que responde al interés de EU.
Solamente Arabia Saudita e Israel han aplaudido el anuncio del presidente Trump, en tanto, el premier israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que su gobierno apoyaba el gesto “valiente” de Trump.
Sin embargo, con el pacto, Irán abrió a Occidente la principal ventana para entender qué hacía con su programa nuclear, mediante la supervisión de inspectores internacionales.Y el riesgo ahora es que esa ventana se cierre.
“Si los iraníes dicen es el final del acuerdo y bloquean más inspecciones, entonces perderemos el acceso allí a través de las agencias internacionales”, señala Stoffer, especialista de la Universidad de New Haven en seguridad nacional y control de armas nucleares.
En el mismo acto en que anunció la salida del pacto con Irán, Trump reveló que Mike Pompeo, exdirector de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés, viajaba a Corea del Norte para preparar un encuentro entre él y Kim Jong-un.
El objetivo de ese encuentro inédito previsto para las próximas semanas sería lograr un acuerdo para que Pyongyang abandone su propio programa nuclear.
Sin embargo, analistas sospechan que al romper el pacto con Irán, Trump intenta dar un mensaje crítico al líder norcoreano, de que Trump cuando hace promesas, “las cumple”.
Pero otros creen que puede salirle el tiro por la culata.
“Podría socavar los esfuerzos para llegar a un acuerdo con Corea del Norte, bajo la teoría de que Estados Unidos hace compromisos y luego decide que no son convenientes”, sentenció Robert Turner, un exconsejero de la Casa Blanca en temas de inteligencia y profesor de seguridad nacional en la Universidad de Virginia.