Claudia Pavlovich Arellano, gobernadora de Sonora, fue exhibida en su intento de enviar al Congreso local reformas la constitución y leyes secundarias que le quitarían el poder a su próxima legislatura local, la cual será encabezada por Morena.

Una de las importantes sería la de quitarle al próximo congreso revisar su cuenta pública, y debilitar al mismo tiempo la capacidad de los futuros presidentes municipales, de mayoría también opositora.

Su reforma podría hacerse realidad pues en el actual congreso que mantiene una mayoría priista.

Sonora tiene 72 ayuntamientos y 22 de ellos fueron ganados por Morena, 8 de los cuales son los más importantes, entre ellos la propia capital del estado, Hermosillo.

Y es que en la próxima legislatura Morena controlará el 86 por ciento del poder del estado.

De la reforma que impulsó la priista destaca el “asalto a la división de poderes”, pues dan a la gobernadora el “voto parcial, total, presupuestal, de las leyes e iniciativas del congreso”.

Además le aumentan el número de vetos y controles: se prohíbe convocar a funcionarios de alto rango a rendir informes ante el cuerpo legislativo y a remover funcionarios del propio organismo.

Requiere mayor análisis

Tras evidenciarse el intento de “golpe legislativo”, Pavlovich emitió un mensaje y pidió a los legisladores no discutir la iniciativa para un proceso de mayor análisis.

Las reformas que discutiría el pleno del Congreso del Estado, incluían temas como la transferencia de la operatividad de transporte a los municipios, propuesta por Pavlovich Arellano y reformas constitucionales propuestas por integrantes de la diputación permanente en temas como el retiro del fuero para servidores públicos de los tres poderes de gobierno, mayor transparencia en procesos legislativos, y el fortalecimiento del Congreso Estatal entre otros.