A un año del gasolinazo, las familias mexicanas aun no logran recuperarse del gasolinazo, de las cuales de cada cuatro de 10 hogares no obtienen los ingresos suficientes para poder comprar la canasta básica para alimentarse.

En su reporte trimestral, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que dicha población aumentó durante el primer trimestre en .2 por ciento, en relación del mismo periodo del año anterior, cuando fue de 38.9 por ciento.

De acuerdo con su análisis, lo mínimo requerido por integrante para que se alimente diariamente es 35 pesos diarios en el campo y 49 pesos en un contexto urbano.

En promedio, el ingreso laboral real alcanzó mil 727 pesos –11 pesos más que a principios de 2017-, con lo que regresó a sus niveles de 2016, pero todavía se encuentra muy lejos de su valor de 2008, cuando rebasó los mil 900 pesos.

Cabe mencionar que tal situación se debe – en gran parte- a que el gasolinazo impulsado por la administración de Enrique Peña Nieto disparó la tasa de inflación lo que afectó en mayor medida los productos básicos, precios que subieron hasta en un 12 por ciento, lo cual durante el segundo semestre de 2017 se estabilizó en 6 por ciento.

Los estados más afectados fueron Chiapas con el 68.3 por ciento, Oaxaca con 63.7 por ciento y Guerrero con 63.1 por ciento, donde seis de cada diez habitantes no pudieron adquirir lo mínimo.

Puebla no es la excepción

En el caso de Puebla, ni siquiera llegó al promedio de mil 727 pesos, ya que en el estado el promedio quedó en mil 430 pesos, sin embargo la cifra es superior a la del trimestre anterior.

Por ello, el estado se colocó en el noveno lugar de las 10 ciudades con mayor población sin solvencia económica.