De libros y más

Quiero dedicar esta columna a todos aquellos que han tenido la paciencia y el amor para iniciar a otros en el mundo de la lectura; para aquellos padres, abuelos, tíos, hermanos o maestros, que, dedicaron horas a leer y releer historias infantiles, traduciendo un intrincado alfabeto que, en algún momento estuvo conformado por signos ininteligibles, y que su ayuda e impulso fueron indispensables, para que esos símbolos tomaran forma de palabras y se convirtieran en la puerta de entrada para viajar al mejor de los mundos: al de los libros.

En una época como la nuestra, en la que los niños tienen acceso a nuevas formas de comunicación, los libros, no están en competencia con la tecnología, al contrario, se apoyan en ella, para despertar la creatividad e incentivar su imaginación, porque, sin importar el formato en que se presenten, con sus historias, es posible conocer otras épocas, personas y lugares; pero, el recuerdo de las primeras lecturas, siempre será atesorado y, probablemente, marque el rumbo de muchas vidas.

Entre los libros clásicos de la literatura infantil, está Corazón, diario de un niño Cuore, en su versión original-. Esta obra, fue publicada hace poco más de cien años y, hasta la fecha, sigue encantando a jóvenes y adultos. A diferencia de la mayoría de los relatos que actualmente se dedican a los pequeños lectores, en los que las aventuras y los mundos mágicos imperan, Corazón, trata de la vida cotidiana de un niño, narrada desde su propia óptica; y, probablemente, ahí radica su magia, porque, los niños de todas las épocas, comparten temores, inquietudes e ilusiones.

Corazón, diario de un niño, es la historia de Enrique, y da inicio cuando ingresa al nuevo curso escolar, así que, igual que cualquier otro, se enfrenta a la añoranza de sus antiguos compañeros y amigos, pero, al integrarse a un nuevo grupo, hace amistades y conoce otras formas de vida muy diferentes a la suya. Seguramente, existen algunas diferencias entre el mundo de Enrique y el de los pequeños y modernos lectores, pero, sin importar si leen sus relatos mediante dispositivos electrónicos o en libro tradicional, todos se identificarán con muchas de sus vivencias y pasarán muchos momentos agradables acompañándolo en sus relatos.

Mención aparte, merecen los cuentos mensuales, porque, en esta bella obra escrita por el italiano Edmundo de Amicis, también encontramos los relatos que cada mes comparte el profesor con los estudiantes, y así, además de la historia de Enrique y sus compañeros, los pequeños cuentos constituyen otros libros, dentro del principal. Esos relatos son tan significativos, que, algunos se han desprendido del propio Corazón y han cobrado fama propia, tal es el caso de la historia de Marco, el niño que viajó desde Génova hasta Argentina en busca de su madre, y cuya travesía aparece en el cuento mensual titulado: De los Apeninos a los Andes.

Corazón, ha sido traducido a todos los idiomas, se han hecho versiones en cine, teatro, y dibujos animados. En 1976, la serie de caricaturas para televisión, Marco, de los Apeninos a los Andes, rompió marcas de audiencia y ha sido reproducida durante años, creando un nuevo estilo en los programas televisivos infantiles; y, aunque llegó a nuestro país algunos años después de su estreno, también fue un éxito, y, hasta la fecha, son muchos los que se conmueven al recordar la imagen del pequeño genovés, mientras se aleja el barco que lleva a su madre rumbo a la lejana Argentina.

El éxito de Corazón, diario de un niño, no se limita a series para televisión o cinematográficas, el libro sigue vigente y nuevas ediciones surgen cada año; ya sea en versiones rústicas o con tapas duras; acompañadas de hermosas ilustraciones o únicamente en texto; en historietas, fascículos, formatos electrónicos o audiolibros; en fin, presentaciones de esta obra existen muchas, pero la historia, de Enrique, sigue teniendo magia.

Corazón, diario de un niño, es una obra muy bella, que, seguramente será del agrado de los lectores más pequeños, cada uno encontrará la versión más conveniente, y, para los que aún no conocen el mundo de las letras, invito a los mayores, a que les lean este hermoso relato, ya que, a veces, ese puede ser un regalo más valioso que el propio libro, porque el recuerdo del tiempo compartido con una lectura, perdurará por siempre.

Adriana Hernández Morales

Título: Corazón, diario de un niño.

Autor: Edmundo de Amicis

Editoriales: Porrúa / Casa Editorial Boek, México

(También disponible en formato electrónico)

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La cita es hoy, a las 16:00 horas, a través de la cuenta de Facebook: @museodelpalaciodebellasartes, la entrada es gratuita y el cupo es limitado.

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.