“Son días aciagos, es tiempo de poesía”.
Abel Pérez Rojas.

Los tiempos convulsos del coronavirus (Covid-19) son un llamado para echar mano de nuestro talento, a fin de que, entre todos, hagamos frente a esta pandemia que ha puesto al sistema de vida predominante en jaque.

Unos -como los médicos y enfermeras- lo harán siendo la primera línea de acción, otros lo harán manteniendo las condiciones necesarias para que otros, la gran mayoría, podamos resguardarnos.

Entre unos y otros hay poetas que no pueden eximirse a la convocatoria.

La pandemia del Covid-19 es un llamado a todos los poetas, a quienes ya se asumen como tales, y muy particularmente al poeta que todos llevamos dentro, porque los poetas saben muy bien cómo sacar de sí y de los demás, aquello que se necesita para alcanzar lo extraordinario.

De mi artículo “La importancia de los poetas en tiempos convulsos”, escrito en el 2015, traigo a colación algunas líneas que abonan a lo que hoy te comparto:

“Están equivocados quienes piensan que en tiempos como los actuales es fatuo ocupar la poesía como fulcro.

“Erróneamente hay quienes sostienen que la poesía está divorciada de la realidad y que desde ahí no se pueden ofrecer alternativas ni propuestas a los temas que nos aquejan a todos.

“Tal vez la equivocación de quienes sostienen lo anterior se deba a que frecuentemente se limita el universo poético a la rima simplona y cursi de lo romántico. Si esa es nuestra visión es entendible lo constreñido de la evaluación.

“La poesía es una forma de conocimiento, de relacionarse con el mundo interior y con el exterior, y no obstante que el propio poeta sostuviese que sus poemas tratan exclusivamente de mundos sutiles, pese a esa afirmación, sus poemas inciden en la forma como su audiencia modifica su visión del mundo que le rodea a partir de entrar en contacto con la obra”.

La poesía no es sólo una cuestión para la motivación, es una fuerza que inspira y puede desembocar en una fórmula matemática o química, en un acto heroico, en una innovación tecnológica, en altruismo, en unión, en soluciones para lo que sea.

La poesía -sería injusto no decir que también el resto de las artes-, está aflorando como si el confinamiento fuera en realidad un caldo de cultivo para la creatividad.

En el 2017 la tragedia ocasionada por el sismo provocó que los poetas mexicanos dieran la cara y mucho de lo mejor de sí.

Bajo el hashtag #FuerzaMexico muchos de sus versos y poemas mantuvieron la resistencia viva.

Tal vez, la cara poética más visible de aquellos días fue la del escritor Juan Villoro quien nos obsequió su entrañable poema: “El puño en alto”.

En mi artículo de esas fechas titulado, “Los poetas y la poesía se hicieron visibles con el terremoto”, te platiqué cómo es que poetas de todos lados sacaron lo mejor de sí:

“Los poetas estuvieron en todos lados: detrás de una cámara fotográfica tratando de atrapar en imágenes el drama humano, estuvieron organizando el tráfico en los cruceros colapsados por los semáforos descompuestos, removieron escombros, sacaron cuerpos y rescataron vidas; estuvieron posteando y detonando la participación civil.

“Se multiplicaron. Salieron de donde siempre han estado, pero injustamente los hemos invisibilizado, porque nuestro paradigma sobre la poesía y la fraternidad es corto.

“Y porque somos injustos con los poetas.

“Los poetas hicieron de todo, la fuerza sensible, humanizadora de la poesía y el resto de las artes habían hecho su trabajo tiempo atrás, por eso los seres tocados por las musas estuvieron prestos”.

Ahora, nuevamente son tiempos convulsos, son días idóneos para la poesía y los poetas, ¿no acaso Invictus, el célebre poema de William Ernest Henley, fue la inspiración para que Nelson Mandela soportara el suplicio de la dictatorial cárcel?

Celebro la iniciativa española nacida en el confinamiento por el Covid-19: #PoesíaEnTuSofá, la cual ha provocado que los poetas realicen lecturas desde el seno de sus hogares y miles se sumen en torno al sentimiento de esperanza para salir adelante ante la pandemia.

La crisis sistémica provocada por el coronavirus es un llamado para los poetas a fin de que asuman su responsabilidad social y den lo mejor de sí para salir adelante.

En efecto, son días aciagos, es tiempo de que los poetas den lo mejor de sí. La situación lo amerita.

Abel Pérez Rojas (@abelpr5) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin