Redacción

Un grupo de científicos considera que el COVID-19 se esparció por todo el mundo a finales del 2019, y este habría infectado a varias personas en Europa y Estados Unidos antes de los reportes de los primeros casos.

De acuerdo con los especialistas tras analizar siete mil 600 genomas públicos alrededor del mundo pudieron realizar las estimaciones sobre el origen del coronavirus.

Incluso advierten que el 10 por ciento de la población ya ha estado expuesta al virus, con lo que se descarta cualquier escenario que suponga que “el SARS-CoV-2 pudo haber estado en circulación mucho antes de ser identificado y, por tanto, ya ha infectado a grandes segmentos de población”, una conclusión que no permitiría suponer que algunos grupos de personas ya podrían haber desarrollado alguna inmunidad.

Al respecto Francois Balloux, investigador genético, señaló que, aunque fue hasta el 14 de enero cuando se confirmó la transmisión del virus en China, éste ya se había extendido a varios países, de tal manera se cree que existen varios pacientes cero, por lo que hasta el momento, se han registrado cerca de 198 mutaciones del genoma del patógeno.

Esta diversidad genética de las poblaciones del SARS-CoV-2 que circulan en diferentes países apunta a que cada una de estas epidemias locales ha sido sembrada por un gran número de introducciones independientes del virus”, aunque la principal excepción a ese patrón es China, “donde sólo está presente una fracción de la diversidad global”.

Ante este escenario, los científicos han explicado que encontrar un paciente cero no es una idea práctica, pues existen muchos pacientes cero, inclusive, podrán presentarse variantes del virus, pues éste se encuentra en mutación, aunque ello no represente que empeore, pues es la evolución natural del virus.