No se recuerdan los días, se recuerdan los momentos.
Cesare Pavese

Parece que han transcurrido varios años desde que comenzó el confinamiento; la lógica se perdió y los días se han acumulado. Desde el inicio del año veinte, el tiempo ya no se divide en segundos, minutos, horas, días, semanas y meses; ahora todo se limita a un antes, y a un esperanzador, después.

Durante ese extraño letargo que vivimos el año pasado, las letras demostraron que siempre serán la tabla salvadora que nos mantiene a flote entre tanta incertidumbre, ya que son el medio idóneo para salir del encierro desde el más cómodo sillón de la casa, pero la experiencia mejora, cuando los textos que elegimos para vadear el aislamiento, son los cuentínimos que publicó el escritor Jorge F. Hernández en la lejana, -y extrañamente cercana-, primera etapa del confinamiento.

Los cuentínimos, como les llama el escritor, en claro homenaje a los poemínimos de Efraín Huerta, fueron publicados en diversas redes sociales, y se convirtieron en el suceso literario más esperado de cada día por muchísimos lectores; a los pocos días de iniciar el proyecto, se unió el talento del dibujante argentino, Miguel Repiso, REP, y fue así, como se fue conformando una obra de manufactura internacional; escrita en Madrid, ilustrada en Buenos Aires, editada en la Ciudad de México; en fin, son muchos los talentos y buenas voluntades que se conjuntaron, para transformar los cuentínimos en un “artefacto textual, visual y musical”.

La Universidad Autónoma de Nuevo León y Minerva Editorial, reunieron los sesenta microrrelatos escritos por Jorge F. e ilustrados por REP, en un bellísimo libro, que, en sí mismo es un objeto encantador; encuadernado con esmero, y cuidando hasta el mínimo detalle en su edición, refleja el buen oficio, capacidad y conocimiento de los que participaron en su elaboración.

Pero hay más, mucho más. Cuarentínimos para la cuentena, no solo es un libro, también es una pelíbrula, que es el término que sus creadores han acuñado para definirlo, ya que, mediante una aplicación en el dispositivo móvil, se puede visualizar a REP en el proceso creativo de la ilustración, mientras se escucha a Jorge F., haciendo gala de su talento histriónico, dando vida a los personajes del relato; todo, con una excelente musicalización, a cargo de las composiciones originales e interpretaciones de Rodrigo Grillo Grillasca, Sebastián y Santiago Hernández Zarauz.

Si acaso, lo anterior no fuera suficiente, las sorpresas continúan, porque la parte auditiva de esta obra, -narraciones de Jorge F. y música-, se encuentran disponibles en Spotify.

Cuarentínimos para la cuentena, es un libro enriquecido y enriquecedor; sus creadores han utilizado diversas tecnologías para lograr un producto extraordinario, el cuidado que han puesto los
editores-editantes en su elaboración es notable y, se agradece; es un libro enriquecido, porque su contenido se puede disfrutar a través de las distintas variantes que ofrece; pero también es enriquecedor, porque los cuentos e imágenes que lo componen son magníficos y diversos; algunos resultan conmovedores y otros arrancan la más sonora carcajada, que tan necesaria resulta siempre.

Adriana Hernández Morales

Título: Cuarentínimos para la cuentena

Texto y voz: Jorge F. Hernández

Ilustraciones: Miguel REP

Música: Sebastián Hernández Zarauz, Santiago Hernández Zarauz y Rodrigo Grillo Grillasca

Coeditado por la Universidad Autónoma de Nuevo León y Minerva Editorial

Disponible en: www.tiendaminervaeditorial.com

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.