The Wall Street Journal advierte que el estilo de gobernar de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, representa un retroceso por su intento de “tratar de gobernar por la vía del decreto y la intimidación”.

El diario estadounidense en su columna The Americas, firmada por Mary Anastasia O’Grady, en su análisis titulado “El Retroceso de México” advierte que el tabasqueño va en sentido opuesto porque está intentando centralizar el poder, gobernar por decreto e intimidación y expandir el rol del ejército en el gobierno.

El rotativo alude a los cerca de 8 mil 500 homicidios cometidos en México en los primeros meses del año, y resalta que se trata de un incremento de 9.6 por ciento respecto del mismo periodo de 2018.

Según este diario, la cifra es alarmante por lo que, está administración superaría la de Enrique Peña Nieto, que rompió récord, convirtiendo el 2018 en el año más letal de la historia, al presentarse más de 33 mil homicidios.

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El WSJ recuerda que López Obrador asumió la presidencia de México con la promesa de reducir las tasas de criminalidad y mejorar los estándares de vida, sin embargo las cifras de crímenes se revelan como un síntoma de estado de derecho fallido.

“El subdesarrollo como el crimen violento son síntomas de un Estado de derecho fallido”, y que “ninguno de los objetivos de López Obrador se pueden lograr sin un claro compromiso con la certidumbre judicial, de arriba a abajo”.

Otro de los ejemplos es la cancelación de la Reforma Educativa de la administración de Peña Nieto, lograda gracias al Pacto Por México.

Las críticas llegan también por la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), el cual será sustituido por una en Santa Lucia.

“López Obrador, como acostumbra, ha dicho a contratistas que formaron los acuerdos rotos que no se preocupen porque les dará otros. No importa que eso sea ilegal dado que los contratos gubernamentales requieren de procesos transparentes, abiertos, vinculantes. Parece pensar son distribuidos por el emperador”.

Todo ello tiene que ver con la imagen que el tabasqueño tiene de sí mismo, al creer que puede controlar al país de ese modo porque mantiene el valor del peso estable, lo cual le hace creer que su molestia contra las acusaciones, señalamientos y órdenes que lanza desde las conferencias mañaneras son válidas.

“Se ve a él mismo como el salvador mexicano, quien desde su posición de poder imparte la justicia. Y, por tanto, se justifica en su objetivo de transformar radicalmente al país. Tomará venganza contra los que tienen o, como el los descalifica, los ‘fifís’.Cualquiera que se ponga en su camino es considerado corrupto”.

También ahonda en la contradicción que representa el papel que le está dando al Ejército, ya que como candidato criticó la participación de la milicia en la seguridad pública, mientras que hoy propone incrementar su rol, encabezando la estrategia de seguridad encabezada por un mando militar, en vez de civil.

La columna de WSJ es la segunda crítica contra el mandatario, la primera llegó del inglés The Guardian, que lo comparó con su homólogo estadounidense Donald Trump y advirtió que sus críticas a la cobertura que dan los medios, en especial Reforma son “dardos” que lanza por dar “dura cobertura de sus acciones en el poder”.

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