Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla fue visto en un acto de campaña de Ramón Fernández Solana, candidato a diputado federal por el distrito 11, situación que generó una oleada de críticas de candidatos y líderes de los partidos opositores.

El primero en evidenciar su “regreso” en redes sociales fue Francisco Fraile García, vocero de campaña de Martha Erika Alonso Hidalgo, candidata a la gubernatura de la coalición “Por Puebla al Frente”.

En tanto para Gabriel Biestro Medinilla, líder estatal de Morena, su regreso es porque busca “activar la estructura de fraude”, sin embargo dijo que su reaparición sólo beneficiará a sus contendientes, pues en Puebla son “el partido más repudiado”.

Mientras, para el Partido Acción Nacional (PAN), su regreso es un “síntoma de la desesperación” que a la larga le va a pesar al tricolor, indicó, Eduardo Aguilar Sierra, coordinador en Puebla de la campaña de Ricardo Anaya Cortés.

“La imagen de la corrupción en Puebla se llama Mario Marín”, aseveró el panista.

Mientras, Jesús Giles Carmona, presidente del Comité Directivo Estatal del PAN, se limitó a decir que el exgobernador priista es el “personaje político más impresentable no solo en el estado, sino a nivel nacional”.

Jorge Benito Cruz Bermúdez, dirigente estatal del PRD minimizó el hecho y consideró que no es un tema que “le ocupe”, pues de él sólo se acuerdan los “preciosos” o los que quieren una Puebla “peor”.

 

El evento

La fotografía fue tomada el pasado lunes 2 de abril, en San Francisco Totimehuacán, durante el arranque de campaña de Ramón Fernández Solana.

Fernández Solana inició su carrera política a lado de Marín Torres de quien fue secretario particular durante su sexenio.

También estuvieron presentes Xitlalic Ceja, candidata al Senado y José Luis Márquez, exdiputado federal, además de Guillermo Deloya Cobián, candidato a la presidencia municipal de Puebla, quien no estuvo en el presídium pero sí en primera fila.

Cabe recordar que poco despúes de que iniciara su sexenio fue acusado de encubrir y participar en una red de trata de personas liderada por Kamel Nacif, empresario textilero señalado por pedofilia.