El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos denunció este martes las matanzas en Myanmar y acusó al ejército de posibles crímenes de lesa humanidad y de crímenes de guerra tras el golpe de Estado del año pasado.

“Hemos podido identificar sin lugar a dudas la existencia de un patrón de comportamiento el año pasado que muestra ataques sistemáticos, coordinados y planificados, y existen claros signos de que podría tratarse de crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra”, declaró la portavoz del organismo, Ravina Shamdasani, en la presentación del informe, que estudia el periodo que siguió al golpe militar de febrero de 2021.

En un comunicado, la responsable del organismo, Michelle Bachelet, pidió a la comunidad internacional que tome inmediatamente medidas para controlar la espiral de violencia.

“La magnitud aterradora de las violaciones del derecho internacional sufridas por el pueblo de Birmania exigen una respuesta internacional firme, unida y decidida”, dijo Bachelet.

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La expresidenta chilena acusó al ejército birmano de cometer “violaciones y ataques sistemáticos y generalizados contra los derechos humanos” y de mostrar “un desprecio flagrante por la vida humana”.

Más de un año después del golpe de Estado que derrocó a Aung San Suu Kyi y puso fin a un paréntesis democrático de 10 años, Birmania sigue hundido en el caos.

Las milicias contrarias a la junta tomaron las armas contra los generales, que asfixian violentamente cualquier oposición.

Shamdasani también subrayó que antes del golpe, el Alto Comisionado ya había mencionado que las fuerzas armadas birmanas “cometieron crímenes de lesa humanidad por el trato dado a los rohinyás”, minoría musulmana del país.