Las redes sociales se han significado, entre otras cosas por las denuncias que el ciudadano común y corriente hace, en el afán de solucionar un problema que padece.
Pero también se han significado por el denuesto, la descalificación y la utilización de ellas para linchar a personas con las cuales se tienen diferencias de cualquier tipo.
Son ideales, las redes sociales, para lavar culpas propias y en algunos casos, ajenas. Inventos y mentiras también caben y en muchos casos son los más.
Hemos sido testigos, por ejemplo, de la publicación de una imagen con nombre y apellido, que comunica la ausencia de varias horas o días de una señorita, y cuyos padres están urgido por encontrarla. “Se le vio por última vez…” “iba vestida con …”, “estamos preocupados…si la vio comuníquese al teléfono …”. En muchos casos se denuncia en las autoridades correspondientes. Después de dos o tres días la señorita es localizada y la red social se vuelve muda al respecto.
La situación real fue que se salió con su novio; que huyó porque no le daban permiso de …, que se peleó con su hermana, que su papá le pegó o la regañó.
Cuando alguien vuelve a preguntar en la red social sobre el caso, refieren que ya la encontraron o que prefieren, por el momento, ser discretos y que después explicarán.
Todo fue falso. Nadie la raptó ni abusó de ella.
Es prudente referir que cuando se publican verdades las redes sociales son de gran utilidad.
Desafortunadamente son usadas también para las fake, mentiras, bromas de mal gusto.
De ahí la importancia de que su uso en cada caso sea con nombres, apellidos, datos y habiendo seguido cauces institucionales.
Refiero por ahora el acoso sexual que se ha vuelto viral en Tw y que con la etiqueta #Metoo ha sido viralizado.
Existe, el acoso sexual existe. Sin duda hay que denunciarlo y castigarlo en consecuencia.
Pero no basta con referir a la víctima, que es el primer paso. El segundo paso es dar nombres y apellidos de los acusadores y el tercer paso es utilizar las instancias legales pertinentes para dar cause formal a la denuncia.
En tanto el segundo y tercer paso no se complementen, se trata de chisme, escándalo mal habido, rumor, fake, o ganas de chingar o divertirse.
Es cuanto.
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