Una tragedia ocurrió en un festival religioso en el centro de Etiopía, donde el colapso de un andamio de madera dentro de una iglesia en construcción, la de Santa María de Arerti en la región de Amhara, resultó en la muerte de al menos 36 personas y dejó a más de 200 heridas.

La estructura provisional cedió el miércoles 1 de octubre bajo el peso de los fieles que asistían al evento, según confirmaron la policía local y un sobreviviente.

Las autoridades han advertido que la cifra de víctimas mortales podría aumentar, dado el estado crítico de algunos de los lesionados, y un testigo describió cómo la caída del andamio aplastó a quienes estaban en el centro de la multitud.

En un comunicado el gobierno etíope lamentó profundamente el suceso y expresó sus condolencias a las familias afectadas, además, en la misiva enfatizó la importancia de la seguridad en los proyectos de construcción.

Este incidente subraya un problema recurrente en el país: los colapsos de infraestructuras son relativamente frecuentes en Etiopía, como el que ocurrió en 2024, en Adís Abeba donde hubo un derrumbe de un edificio residencial que cobró siete vidas.

También está el caso de 2022 en Merkato, uno de los mercados abiertos más grandes de África, que dejó un saldo de al menos seis muertos y siete heridos.