El líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri murió en un ataque perpetrado por Estados Unidos este fin de semana a Afganistán.

Su deceso fue resultado de un ataque aéreo en Kabul, informó el presidente Joe Biden.

“Se ha hecho justicia y este líder terrorista ya no está”, dijo el mandatario estadounidense en un discurso televisado.

Este anuncio se produce casi un año después de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, que permitió a los talibanes recuperar el control del país 20 años después de ser derrocados.

Antes del mensaje que dio Biden, la prensa de la Unión Americana ya había adelantado que Ayman al Zawahiri había muerto el fin de semana en un ataque con drones durante una “operación antiterrorista exitosa” en Afganistán. El Departamento de Estado ofrecía hasta 25 millones dólares en recompensa por cualquier información que condujera al arresto o condena del líder de Al Qaeda, en paradero desconocido por más de 10 años.

Zawahiri, considerado el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dejaron casi 3 mil muertos en Nueva York, se convirtió en jefe de la organización terrorista tras la muerte de Osama bin Laden en 2011, a manos de un comando estadounidense en Pakistán.

Cuando en 2011 heredó una organización decrépita, Ayman al Zawahiri, de 71 años, debió, para sobrevivir, multiplicar las “franquicias” y sus juramentos de lealtad circunstanciales, desde la Península Arábiga hasta el Magreb, desde Somalia hasta Afganistán, Siria e Irak.

A finales de 2020 se rumoró que había muerto de una enfermedad cardíaca, pero reapareció en un video.