El martes, una tragedia sacudió el estado de Níger, en Nigeria, cuando un camión cisterna cargado de gasolina explotó tras volcar en el área de Bida.

La explosión ocurrió mientras los habitantes se acercaban al lugar para recolectar el combustible derramado, lo que provocó la muerte de al menos 31 personas y dejó heridas a otras 17, quienes fueron trasladadas a hospitales cercanos, según informó la policía.

Este tipo de accidentes se ha vuelto más frecuente en la región, debido a las malas condiciones de las carreteras y la falta de una red ferroviaria, lo que convierte al estado de Níger en un punto crítico para el tránsito de mercancías entre el norte y el sur del país.

Las autoridades han iniciado una investigación para determinar la identidad del conductor, del propietario del camión y las causas del accidente.

El gobernador del estado, Umaru Bago, lamentó profundamente el incidente y criticó que la población continúe exponiéndose al peligro al intentar recolectar gasolina de camiones volcados. Recordó que en enero ocurrió un evento similar en el que murieron al menos 98 personas al intentar transferir gasolina entre camiones usando un generador.

Este tipo de tragedias se da en un contexto de creciente presión económica, ya que los precios del combustible en Nigeria han aumentado significativamente tras la eliminación de los subsidios por parte del presidente Bola Tinubu, lo que ha llevado a muchos ciudadanos a tomar riesgos extremos para obtener gasolina.