La defensa del INE logró la conjunción de varios intereses políticos este 13 de noviembre. Bajo el lema en común de El INE no se toca, PAN, PRI, Yunque, Sí por México, Chalecos MX y ciudadanos de pueblos circunvecinos, que sumaban entre 3 mil y 4 mil 500 manifestantes, protestaron para defender al INE del supuesto ataque del poder federal.

Sin embargo, más allá de la coincidencia en reprobar el liderazgo nacional de Morena, también sirvió para que cada agrupación levantara sus propias demandas o llevara agua a su molino.

El PAN tomó la conducción de la marcha, bajo las criticas del PRI que decidió marchar al final, porque “no buscaban protagonismos ni divisiones”, Néstor Camarillo dixit.

Y con la criticada ausencia de Eduardo Rivera Pérez, que prefirió rozarse con sus correligionarios de la Ciudad de México, Humberto Aguilar Coronado, Carolina Beauregard, Augusta Díaz de Rivera, Mario Riestra y Ana Teresa Aranda se colocaron al frente del primer grupo de manifestantes, acompañados de su dirigente, precedidos por la manta del lev motiv, un estandarte y una manta de 2 x 4 metros de la misma de la Virgen de Guadalupe.

Ciudadanos, notoriamente de pueblos vecinos o colonias alejadas de la capital, desconocían el motivo de la reunión.

Al final de la marcha, en tanto militantes de Morena y del PAN, discutían, alegaban y se escupían, mostrando sus diferencias, Ana Teresa Aranda y Blanca Alcalá, cerraron las diferencias y estrategias de sus dirigentes con un caluroso abrazo, aplaudidas y vitoriadas por sus acompañantes.

Habrá que esperar la suma de quienes en 70 ciudades tuvieron marchas parecidas o con el mismo objetivo.

Es cuanto.

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Luis Enrique Sanchez Fernández es periodista; ha escrito para impresos en papel, radio, televisión y portales digitales. Es universitario, historiador y cronista.