La inflación interanual de México mostró una moderación mayor a la esperada durante la primera quincena de julio, alcanzando un 3.55%.

Esto representa un descenso significativo comparado con el 4.13% registrado en la segunda mitad de junio, superando las expectativas de los analistas, quienes pronosticaban un 3.64%, de acuerdo con las cifras divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

A pesar de esta desaceleración general, la inflación subyacente, un indicador clave que excluye productos volátiles, continuó por encima del objetivo oficial, situándose en un 4.25%. Este dato también fue una sorpresa, ya que el mercado anticipaba un ligero aumento a 4.31% desde el 4.28% anterior.

Este comportamiento de los precios fortalece la perspectiva de que el Banco de México podría adoptar un ritmo más gradual en futuros recortes a la tasa de interés clave. El banco central tiene una meta de inflación del 3% con un margen de un punto porcentual.

En su última reunión, la Junta de Gobierno redujo la tasa interbancaria en 50 puntos base, dejándola en un 8%. Sin embargo, esta decisión no fue unánime, ya que uno de los miembros votó por mantenerla sin cambios, y la minuta de la reunión sugirió un enfoque más cauto para las próximas decisiones.

Desde principios de 2024, el Banco de México ha implementado una serie de recortes a su tasa de referencia, disminuyéndola en un total de 325 puntos base. Estos ajustes se producen después de que la tasa alcanzara su máximo histórico del 11.25%.