Jueves, noviembre 21, 2024

11 mayo, 2021

Redacción PH

Investigadores del MIT obtienen el mapa genómico completo del SARS-CoV-2

Redacción PH

Aunque meses después de declararse la pandemia de COVID-19, al inicio de 2020, los científicos secuenciaron el genoma del virus, el SARS-CoV-2, pero aún seguían sin conocerse muchos genes codificadores de proteínas. Ahora, un estudio de genómica comparativa ha permitido generar el mapa genético más preciso y completo del virus.

El hallazgo corrió a cargo de investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y publicado este martes en la revista Nature Communications, el estudio ha confirmado varios genes codificadores de proteínas y ha descubierto que otros -que se habían propuesto como genes- no codifican ninguna proteína.

“Pudimos utilizar este potente enfoque de genómica comparativa de firmas evolutivas para descubrir el verdadero contenido funcional de codificación de proteínas de este genoma de enorme importancia”, señaló Manolis Kellis, autor principal del estudio y profesor de ciencias de la computación del MIT, y miembro del Instituto Broad del MIT y Harvard.

En una segunda parte del estudio, el equipo de investigación también analizó cerca de 2 mil mutaciones que han surgido del SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia, lo que les permitió evaluar la importancia que pueden tener esas mutaciones y su capacidad para evadir el sistema inmunitario o volverse más infeccioso.

Te puede interesar: Embarazadas vacunadas contra COVID transmiten inmunidad a bebés

Se sabía que, con casi 30 mil bases de ARN, el genoma del SARS-CoV-2 tiene varias regiones que codifican genes de proteínas y otras de las que había sospechas pero no se habían clasificado definitivamente.

Para determinar qué partes del genoma del SARS-CoV-2 contiene realmente genes, los investigadores recurrieron a la genómica comparativa, y compararon el SARS-CoV-2 (que pertenece a un subgénero de virus llamado Sarbecovirus, que infecta a los murciélagos) con el SARS-CoV (que causó el brote de SARS de 2003) y 42 cepas de sarbecovirus de murciélagos.

Así, confirmaron seis genes codificadores de proteínas en el genoma del SARS-CoV-2, además de los cinco que están bien establecidos en todos los coronavirus.

También determinaron que la región que codifica un gen llamado ORF3a también codifica un gen adicional, el ORF3c, que tiene bases de ARN que se solapan con el ORF3a, pero que están en un marco de lectura diferente, algo raro en los genomas grandes, pero común en muchos virus y que, en el caso del SARS-CoV-2, aún no se sabe qué función tiene.

Los investigadores también demostraron que otras cinco regiones que se habían propuesto como posibles genes no codifican proteínas funcionales, y descartaron que queden otros por descubrir.

Además, los autores vieron que muchos trabajos anteriores utilizaban no sólo conjuntos de genes incorrectos, sino también, a veces, nombres contradictorios, por lo que, en un artículo paralelo publicado recientemente en la revista Virology, presentaron unas recomendaciones para nombrar los genes del SARS-CoV-2.

Lee: Probablemente se necesitará una tercera dosis de vacuna anticovid, advierte Pfizer

En el estudio, los investigadores también analizaron más de mil 800 mutaciones que han surgido del SARS-CoV-2 y descubrieron que, en la mayoría de los casos, los genes que evolucionaban rápidamente antes de la pandemia han seguido haciéndolo, y los que tendían a evolucionar lentamente han mantenido esa tendencia.

Asimismo, analizaron las mutaciones que han surgido en variantes preocupantes, como la cepa británica, la de Brasil y la de Sudáfrica y observaron que muchas de las mutaciones que hacen que esas variantes sean más peligrosas se encuentran en la proteína de la espiga, que ayuda al virus a propagarse con rapidez y a evitar el sistema inmunitario.

Sin embargo, cada una de esas variantes tiene “más de 20 mutaciones, y es importante saber cuáles de ellas pueden hacer algo y cuáles no”, advierte Irwin Jungreis, autor principal del estudio e investigador del MIT.

Para los autores estos datos podrían ayudar a otros científicos a centrar su atención en las mutaciones que parecen tener efectos más significativos en la infectividad del virus.

Con información de EFE

Autor

Avatar

Redacción PH

Artículos Relacionados

13 noviembre, 2024

Con buenos resultados, sintetizan en el ICUAP compuestos para tratar diabetes y cáncer

En el Laboratorio de Bioinorgánica Aplicada del Centro de Química, del Instituto de Ciencias (ICUAP), el doctor Enrique González Vergara...

LEER NOTA

10 noviembre, 2024

La tradicional Noche de las Estrellas en la BUAP recibió a cerca de…

Desde hace 14 años la BUAP es sede de la tradicional Noche de las Estrellas, la fiesta astronómica más grande...

LEER NOTA

5 noviembre, 2024

Investigan en la BUAP extractos vegetales para tratar infecciones urinarias

Las infecciones agudas del tracto urinario son el padecimiento bacteriano más común en el mundo: afectan a más de 150...

LEER NOTA