Redacción PH

Durante la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Huauchinango, un grupo de manifestantes, afectados por el huracán Grace, irrumpió el evento que encabezaba para recriminarle la falta de apoyo y transparencia.

Los quejosos lograron brincar las vallas de seguridad, superando incluso el primer cerco que estaba a cargo de elementos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) y acercarse a la mesa desde la cual el presidente, acompañado por el gobernador Miguel Barbosa Huerta, y secretarios de estado hablaba de los apoyos que se estaban destinando a los afectados tras el paso del huracán.

Fue en ese momento cuando un grupo se apersonó y con gritos, cartulinas y oficios interrumpieron su discurso.

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Los denunciantes acusaron falta de transparencia en la repartición de apoyos, pues aseguraron haber sido excluidos del censo que la Secretaría de Bienestar realizó a los afectados el pasado 21 de agosto.

También exigieron que se cumpla con la construcción de una escuela y se quite un panteón clandestino.

Las denuncias de la escuela y el panteón están relacionadas con demandas que han hecho a su alcalde Gustavo Vargas, quien se ha negado a atender sus peticiones.

Después de unos minutos el mandatario se comprometió a atender sus demandas, y afirmó que seguirá otorgando apoyos como becas y apoyos al campo que llegarán de forma directa y sin intermediarios.

También se comprometió a cumplir “con la construcción de escuelas”.

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Después de hacer tales promesas el mandatario apresuró su discurso y se excusó diciendo que no podía atender personalmente a cada uno porque tenía que ir a Tlaxcala, de inmediato se retiró escoltado por Luis Cresencio Sandoval, titular de la Sedena.

A su paso para salir del lugar el mandatario siguió recibiendo peticiones por escrito, reclamos, aunque también uno que otro vitoreo.