De libros y más

En primavera, flores de cerezo;

en verano, el cuclillo.

En otoño, la luna, y en invierno,

la nieve fría y transparente.

Monje Dôgen. Realidad innata.

El escritor Yasunari Kawabata, es considerado uno de los máximos exponentes de la literatura japonesa. Poseedor de un talento extraordinario y gran sensibilidad, los desarrolló hasta límites inimaginables, porque, más que relator, parece un dibujante que, delicadamente, traza hermosas imágenes en un enorme lienzo, entrelazando paisajes e historias.

En su novela Kioto, el autor japonés, nos regala una obra de singular belleza, al relatar la vida de Chieko, la hija adoptiva de una próspera familia de comerciantes, dedicada al diseño y elaboración de kimonos. Takichiro y Shige, padres de Chieko, la han rodeado de amor y cuidados, y, a pesar de que nunca le han ocultado su origen, de manera accidental, la joven descubre un secreto relacionado con el modo en que fue adoptada, por lo que, a pesar del gran amor que siente por su familia, decide arriesgarse para conocer su verdadera historia.

El argumento de Kioto, en apariencia es bastante sencillo, pero al avanzar en el relato, los mágicos trazos de Kawabata, envuelven al lector trasladándolo al Japón milenario. De la mano de Chieko, los paisajes cobran vida, fusionándose con las personas, al reflejar sus más íntimas emociones. Así, cuando la joven hija del comerciante, inicia su camino, la primavera se hace presente, manifestando su delicadeza en unas sencillas y hermosas violetas que crecen en el tronco de un viejo árbol. Durante la historia, la naturaleza jugará un papel importante, no solo como adorno de la obra, sino como parte fundamental de la misma.

«Los clientes que visitaban la tienda contemplaban con admiración el magnífico arce, pero casi ninguno advertía que en él florecían violetas. El grueso tronco, retorcido por los años y cubierto de musgo hasta muy arriba, era al mismo tiempo soberbio y esbelto. Las modestas violetas que lo habitaban apenas llamaban la atención.

Pero las mariposas sí las conocían. Cuando Chieko descubrió que las violetas habían vuelto a florecer, una nube de pequeñas mariposas blancas evolucionaba en torno al tronco del arce, cerca de las flores. El árbol, que empezaba desdoblar sus hojitas rojizas, estaba envuelto en un halo de blancos destellos. Las violetas dibujaban delicadas sombras sobre el fresco musgo del tronco».

Kawabata, sitúa la historia en un Kioto de mediados del siglo pasado, aunque, en realidad, se trata de un relato atemporal, porque, la esencia de la novela radica en las emociones de sus protagonistas y en la belleza de un lugar que parece detenido en el tiempo; todo, enmarcado en delicados paisajes orientales, en los que, por supuesto, sobresalen los naranjos y cerezos en flor.

Yasunari Kawabata, nació en 1899, en la ciudad de Osaka y fue el primer japonés galardonado con el Premio Nobel de Literatura -1968-. El jurado del prestigiado premio, consideró otorgárselo: “por su pericia narrativa, capaz de expresar la idiosincrasia japonesa con enorme sensibilidad”; atributos que quedaron de manifiesto en su memorable discurso de aceptación, al que tituló: “El bello Japón y yo”. En palabras de Kawabata:

«Al contemplar la belleza de la nieve, de la luna llena, de los cerezos en flor, es decir, cuando despertamos ante las bellezas de las cuatro estaciones y entramos en contacto con ellas, cuando sentimos la felicidad de habernos encontrado con la belleza, es cuando más pensamos en quienes amamos y deseamos compartir con ellos esa felicidad.

[…]

La nieve, la luna, las flores de cerezo, palabras que representan la belleza de cada una de las estaciones que se suceden una tras otra, abarcan en la tradición japonesa toda la belleza de las montañas y los ríos y las hierbas y los árboles, todas las múltiples manifestaciones tanto de la naturaleza como de los sentimientos humanos».

Kioto, es un libro muy hermoso, que no solo lleva al lector a pasear entre metáforas y bellos paisajes orientales, sino que, además, con la delicadeza y elegancia que caracterizan la literatura de Yasunari Kawabata, se refiere al amor entre padres e hijos, a la amistad y al encuentro del lugar que a cada uno le corresponde en el mundo.

Adriana Hernández Morales

Autor: Yasunari Kawabata

Título: Kioto

Editorial: Emecé México

(También disponible en formato electrónico).

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.