La Beli “preciosa”
La política y la farándula componen una vieja fórmula utilizada para apuntalar gobiernos y proyectos futuristas, que por un lado moldearán a nuevos gobernantes y por otro convertirán a actrices y cantantes en productos rentables que se capitalizarán como futuras damas -no acompañantes- con acceso abierto al codiciado erario público.
Dudo que José Luis García alias “El Choco” no tenga claro, que la vida de cualquier hombre involucrado en la política y en el ejercicio del poder está íntimamente ligada al escrutinio público, sobre todo, cuando es coordinador de asesores del gobernador poblano Alejandro Armenta.
Este personaje es el hombre de “todas las confianzas” de Armenta Mier, quien lo ha llevado de manera paralela en todos los cargos y encomiendas del hoy mandatario poblano.
“El Choco” es sobrino político del ex góber “precioso” Mario Marín por tener lazos consanguíneos con Margarita García.
El hoy coordinador de asesores del gobierno poblano ya enfrentó una dura embestida mediática cuando fue señalado por comprar el llamado “Audi del Bienestar”.
El escándalo obligó a Armenta -entonces Senador- a solicitarle la renuncia y “aparentemente” dejarlo fuera de la nómina de la Cámara Alta, aunque en términos reales, sólo fue una gran simulación, pues se mantuvo como el principal operador armentista.
El derroche es algo que no es nuevo para el llamado Choco.
Le gusta el lujo y ya vimos que los autos carísimos.
Las mujeres de la farándula consideran un premio mayor amarrar al político o gobernante mientras dure el mandato de gobierno.
Ellas adquieren el estatus que les permita borrar los turbios resbalones del pasado.
Política y farándula fundidas en el espectáculo y circo que distraiga al pueblo.
Al coordinador de asesores del gobierno de Puebla no se le debe olvidar que la contratación de aviones privados, viajes a New York y derroche de lujos no empata con ese discurso que nos queda claro es de simulación: “Austeridad Republicana”.
Los ciudadanos sí tenemos todo el derecho de preguntarle a estos funcionarios que manejan recursos públicos, si su salario les da para rentar naves privadas y derrochar lujos.
Los poblanos debemos cuestionar a Alejandro Armenta si los dineros del erario poblano ahora están en función de contratar cantantes para películas insulsas o para financiar los romances de los operadores de su primer círculo.
El armentismo nunca negará sus orígenes gestados en los excesos de aquella Puebla del llamado Góber Precioso.
Y como diría Kamel Nacif, el gran amigo de Mario Marín, hoy Beli tiene a su “héroe de la película, papá”.
@rubysoriano @alquimiapoder
Autor

Ruby Soriano
Consultora en comunicación política, gestión gubernamental y campañas electorales. CEO Mediatikos Consulting. Analista de la política y la comunicación con ironía.
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