Por Claudia Morales B.

El título del presente artículo, corresponde también al de la obra del maestro Milán Kundera de origen checo y la cual fue escrita en el año 1984.  La síntesis que encontré respecto de esta obra, señala que esta ambientada en Praga, que es un relato escrito con lenguaje claro e irónico y cierto aire de misterio. Sí, misterio, porque dibuja unos personajes con tanto trasfondo que a la fuerza esperas que algo les suceda. Los seres alrededor de los cuales gira la historia de este escritor, son dos parejas cuyas vidas se entrelazan en algún momento de su existencia y cuyas personalidades son tan distintas que en un plano de similitud jamás se habrían conocido. Los celos enfermizos de Teresa por Tomás, que por su parte tiene un deseo irrefrenable hacia todas las mujeres; el cándido idealismo de Franz, amante de Sabina, la pintora que pinta la realidad que se esconde tras el lienzo y cuya ansia de libertad la domina por completo.

Es una novela escrita para llegar al corazón, pero que pasa irremisiblemente por la cabeza. Siempre presente, junto a una aproximación a la historia que vivió la Republica Checa en los años de la invasión soviética, es el decorado de la narración cotidiana de sus personajes.

Tengo que reconocer que mi intención no era escribir sobre la obra de Kundera, de la cual he escuchado mucho y reconozco que aún no he leído, pero hoy en la mañana que desperté, vino a mi mente esta frase “La insoportable levedad del ser”, por lo que deseo adentrarme a la frase en sí y no a la obra en cita o a la interpretación que el autor le dio.

En principio, desmenuzaré la frase, proporcionando una definición que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, da a cada una de las palabras que la integran:

Insoportable: Muy incomodo, molesto, enfadoso.

Levedad: inconstancia de ánimo y ligereza en las cosas.

Ser:    Modo de existir. Esencia o naturaleza.

De lo anterior se desprende que la frase hace alusión a lo “enfadosa o molesta que resulta la ligereza de existir”. En principio me parecía una frase contradictoria, pues ¿cómo va a resultar insoportable la ligereza o levedad de existir o de ser?, si la mayoría de las personas estamos en la búsqueda constante de la felicidad, consistente ésta, en lo que cada quien deseé, pero finalmente al tratar de conseguirla queremos alcanzar que nuestra vida sea ligera, leve, no sufrida, no pesada; luego entonces, no comprendía de donde resultaba insoportable.

Por otro lado, también se puede referir a lo pequeña que resulta nuestra existencia o ser, ante este gran universo, ante la infinidad de posibilidades que tenemos, ante el abanico de opciones y decisiones que existen y que entre tantas sólo podamos elegir una, pues solo vivimos una vida y no sabemos si la decisión que tomemos en determinado momento sea la mejor o la peor y más insoportable aún, que no podamos retroceder el tiempo, cuando el resultado de una decisión no fue la que esperábamos a efecto de poder cambiarla, porque como ya dije, solo vivimos una vida, resultando imposible que en la segunda vida enmendáramos los errores de la primera, o que el tiempo, en ésta misma vida, se retrocediera para poder cambiar la decisión tomada y el camino sea otro complemente distinto al actual. Que insoportable resulta la ligereza de existir, pues no podemos modificar lo que vivimos, pues una pequeña decisión podría cambiar el futuro de esa persona o de varias que están a su alrededor causando un daño a todos los involucrados y ¡cuidado, que está la ley del karma! todo se regresa, oh sí. ¿Cuántas veces se han preguntado, que hubiese sucedido si hubiera hecho o no tal o cual cosa? tal vez el resultado sería distinto, me refiero en cuanto al trayecto de la vida, porque el final, todos lo sabemos: la muerte. Así, nuestra vida, es el resultado de una serie de decisiones; por lo tanto, nuestra felicidad o infelicidad depende de éstas y es mejor tomar las mejores porque ya no habrá marcha atrás para cambiar de parecer, la vida fluctúa entre la elección condicionada de ligereza y la superficialidad de existir, o la asunción de responsabilidades y compromisos que asiente la fortaleza y el peso de tal existencia.

Hoy por hoy y después de vivir las consecuencias de algunas malas decisiones quizá mal tomadas, he obtenido un aprendizaje, pero si pudiera regresar el tiempo, tomaría la decisión contraria para comprobar que el resultado hubiese sido distinto, ya que, al día de hoy, creo que fue un gravísimo error, hay circunstancias, actitudes, comportamientos que te hacen darte cuenta de muchas cosas y aun así insistes en tomar el camino incorrecto, dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Ni hablar, pagar consecuencias y aprender la lección, y más vale aprenderla porque si no la vida te la vuelve a mandar.

Finalmente, considero que debemos analizar qué es lo que nos conviene en la vida, ya que a cierta edad como lo mía, debe existir madurez, pues como dice mi amigo (Herazo) si no se apen… quizá no sea tan insoportable esa levedad del ser.

Espero sus comentarios a mi correo electrónico claudiamor_26@yahoo.com.mxy y en Twitter @claudiamor20