Dicen los que Saben que la reforma al Poder Judicial propuesta por el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador es uno de los movimientos más controvertidos en el panorama político reciente.

A primera vista, la iniciativa parece ser un esfuerzo para modernizar y eficientar un sistema judicial que, por décadas, ha estado plagado de corrupción, burocracia y falta de transparencia.

Sin embargo, al examinar más de cerca, surge la preocupación de que esta reforma podría ser un caballo de Troya que busca concentrar aún más poder en el Ejecutivo, en detrimento de la independencia judicial.

Dicen los que Saben que el sistema judicial en México ha sido objeto de críticas constantes por su ineficiencia y corrupción.

Según el Índice de Estado de Derecho 2023, México se encuentra en el lugar 115 de 139 países evaluados, con una de las percepciones más bajas en independencia judicial y ausencia de corrupción.

Este es un contexto que ha llevado a muchos a considerar que una reforma es necesaria, pero la pregunta crucial es: ¿es la reforma, la respuesta adecuada?

Entre las propuestas de AMLO destacan la modificación de los procesos de selección de jueces y magistrados, la reducción de la autonomía presupuestaria del Poder Judicial, y la creación de un órgano de control interno para supervisar la actuación de jueces y magistrados.

Sin embargo, Dicen los que Saben que para entender el impacto de esta reforma, es fundamental mirar los datos.

La independencia judicial en México ha sido siempre limitada, pero en los últimos años ha habido un deterioro significativo.

Un informe del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM indica que, entre 2018 y 2022, la percepción de independencia judicial en México cayó un 15%.

Además, estudios recientes han mostrado que la concentración de poder en el Ejecutivo ha llevado a un aumento en los casos de corrupción y abuso de autoridad.

Según Transparencia Internacional, México ocupa el lugar 126 de 180 países en el Índice de Percepción de la Corrupción, una posición alarmante que podría empeorar con reformas que reduzcan los contrapesos institucionales.

Para efectos prácticos, aunque es innegable que el sistema judicial necesita cambios profundos, estos deben enfocarse en fortalecer su independencia, no en erosionarla.

Dicen los que Saben que la verdadera reforma que México necesita es una que garantice que el Poder Judicial pueda actuar sin presiones, ni interferencias, protegiendo los derechos de todos los ciudadanos, sin importar quién esté en el poder ¿O no?

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