Beto Fong

Científicos hallaron fósiles de serpientes que revelan que esta especie contaba con extremidades traseras.

El fósil con patas traseras es de hace casi 100 millones de años; la prueba fue bautizada como Najash y, de acuerdo con los investigadores, sería una muestra del origen de los reptiles deslizantes que existen ahora.

De acuerdo a los expertos, el animal mantuvo esta característica durante 70 millones de años de evolución y, con el tiempo, se transformó en la especie que conocemos ahora.

Estas serpientes primitivas con patas pequeñas no eran solo una etapa evolutiva transitoria en el camino hacia algo mejor. Más bien, tenían un plan corporal muy exitoso que persistió durante muchos millones de años y se diversificó en una gama de especies terrestres y acuáticas.

El trabajo fue dirigido por Fernando Garberoglio y Sebastián Apesteguía, académicos de la Universidad Maimónides de Buenos Aires. En este, también se informó que el cráneo de las serpientes evolucionó desde sus ancestros, los lagartos.

Las serpientes representan uno de los ejemplos más notables de la versatilidad del cuerpo vertebrado a lo largo de la evolución, incluyendo el alargamiento del cuerpo, la pérdida de miembros y la movilidad del cráneo pero el conocimiento de los primeros pasos en estas adaptaciones se ha visto restringido por la escasez de fósiles de las primeras serpientes.

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Por su parte, el investigador de la Universidad de Flinders, Alessandro Palci, empleó un escáner de alta resolución (CT) y microscopía de luz para analizar los cráneos. De esta manera, se encontraron nuevos datos fisiológicos y sustanciales de este espécimen.

Lo que realmente distingue a las serpientes es su cráneo altamente móvil, que les permite tragar grandes presas. Durante mucho tiempo nos ha faltado información detallada sobre la transición del relativamente rígido cráneo de lagarto al cráneo súper flexible de las serpientes.