Como espectador y también como actor de esta vida, de este mundo, de este tiempo, veo con profunda tristeza la decadencia del ser humano, donde no existe amor natural, ni naturalidad ante el amor, ese con el cual nacíamos, el que se sentía por el prójimo, por unas manitas pequeñas o los ojos de un niño, por los que nos dieron la vida, por una mujer embarazada, por las personas con experiencia, por un buen hombre, por una madre, en realidad por la vida.

Se vive en la inconsciencia total, donde lo único que prevalece es el hedonismo, donde exigimos y arrebatamos lo que deseamos, sin ninguna clase de filtro, sin empatía.  A donde se mire, la música, las revistas, las series, incluso en los videojuegos a todas luces y frente a todos se cosifica a la mujer, es meramente una mercancía dedicada al disfrute de las masas, y más triste cuando ésta acepta con naturalidad ese rol, desafortunadamente el efecto nocivo de ese bombardeo alcanzó a las niñas que ya son mujeres, verbi gracia echen un vistazo a tiktok.   Pero existen otras que no aceptan esa cosificación y levantan la voz, y defienden su derecho, su dignidad, su valor, y a  muchos hombres esa actitud les estorba e incómoda, y tal cual diría Tomas (personaje creado por Herlanlly): pinches viejas locas,  menopaúsicas, neuróticas, seguro están reglando –  y tal cuál como un objeto que no sirve, se le desecha, se le mata, se le destruye y no en sentido metafórico, sino en sentido literal de la palabra, golpean, matan, destazan, si esto es aberrante imagínense hacer esto a una niña o niño, seres totalmente indefensos, cuando la obligación de toda sociedad sería cuidar y protegerlos.

La gente en la calle está cada vez más fuera de sí, reacciona agresivamente solo por reclamar un derecho, porque estar distraído en el semáforo, por tocar el claxon, cualquier pretexto es suficiente para matar, golpear, violar, secuestrar, robar, engañar, estafar, insultar, destruir, porque consideran que eres más débil y por creerse omnipotentes, ¡¡YA BASTA!!!  Repito una carencia total de valores y principios, no entraré en cuestiones morales ni de género, pero el mínimo respeto que deberíamos de tener es el valor a la vida en todas sus manifestaciones, y aplicar la máxima: “no hagas lo que no quieres que te hagan”. 

Cuando se pierde la fe en la humanidad, se pierde la esperanza en el progreso, en todas aquellas convicciones que llevan a pensar en la bondad de las personas, y se despierta de golpe de ese sueño bonito e ideal. No es necesario aludir a las diversas formas de maldad que vemos ya a diario en las noticias. Hablo de las que no se muestran, de las que casi no se hablan, pero son las que más dolor causan, y las que más cerca tenemos. Hablo del maltrato cotidiano que viene de la familia, qué por apariencias, por miedo o falta de límites, se ha tolerado por años, muy triste en realidad cuando ese viene de personas que en teoría son de confianza y de las que jamás te deberían lastimar.

Es indispensable abrir los ojos, crear conciencia, ser valiente y a veces pedir ayuda para entender lo que se vive, rompamos las cadenas generacionales, y empecemos en nuestras casas, una vigilancia continua y auto regulación, dediquemos tiempo a nuestros hijos, (importantísimo) fomentemos principios y valores sólidos, dejarlos muy claros y específicos, con límites y consecuencias. De nosotros los padres depende la constitución de todo esto en el desarrollo de una persona, cuando lleguen a la adolescencia se presentarán momentos en los que su espíritu crítico empiece actuar, utilizando las herramientas que se les proporcionaron durante la niñez, cada hijo sabrá qué valores del pasado de esos enseñados deben mantenerse y hasta qué punto, dicho discernimiento derivará en un crecimiento de esa persona y el paso definitivo a la adultez. Éste es el único cambio que podrá funcionar.

No se trata de hombres contra mujeres, ni viceversa, ni de mujeres contra mujeres, ni de todos contra todos, se trata de respeto al ser humano, como especie, se llama RESPETO a uno mismo y a lo que nos rodea. Se trata de AMOR a nosotros en principio para darlo a los demás, se trata de HONESTIDAD, INTEGRIDAD, PRUDENCIA y SENSIBILIDAD.

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