Si creyera en la astrología diría que los astros se están alineando, creería también que el universo está conspirando a favor. Si creyera en el tarot podría decir que en la más reciente lectura hecha en Palacio Nacional salieron las cartas del sol y del mundo (el sol en el tarot está asociada a la felicidad, a etapas prósperas y la del mundo significa se encontrará todo lo necesario para llegar a la realización) pues los recientes acontecimientos contribuirán de manera muy positiva a la popularidad presidencial.

La reciente visita del Procurador de Justicia de los Estados Unidos, William Barr, a México fue el acontecimiento que cambió todo y lo cambió para bien. Al parecer nuestro vecino del norte llegó cargado de regalos para el presidente López Obrador. La “amenaza” de nombrar células terroristas a los cárteles mexicanos desapareció. Se llega a un acuerdo con la bancada demócrata para la ya inminente firma del T-MEC y se detiene en los Estados Unidos al emblema de la guerra contra el narco del sexenio de Calderón, Genaro García Luna.

A la fecha desconocemos qué fue lo que se negoció entre el Canciller con funciones de vice presidente, Marcelo Ebrard, y el gobierno norteamericano para evitar la designación terrorista. Se rumora que ambos gobiernos llevarán a cabo acciones conjuntas en contra del crimen organizado, específicamente contra el Cártel Jalisco Nueva Generación. Específicamente la captura de Nemesio Oseguera, el “Mencho”, y la extradición del hijo del anterior que actualmente se encuentra purgando una condena en una prisión federal en Hermosillo, Sonora.

Desconocemos también que modificaciones se le hicieron al texto original del T-MEC, para que la bancada demócrata diera su visto bueno y así apresurar la firma del tratado. Irónico resulta que un gobierno que detesta el neoliberalismo haya logrado llegar a un acuerdo para tener un tratado con dos países que actualmente practican el sistema económico del que tanto reniega, pero que se convierte en un chispazo de esperanza que aleja a nuestro país de las coincidencias en política económica de países como Bolivia, Argentina o Venezuela. De los tres, este fue el mejor regalo.

La detención de Genaro García Luna, si bien refleja la pobreza institucional de la fiscalía, es también recibida con beneplácito por el equipo de López Obrador, pues aunque ellos no tuvieron nada que ver con esto, les ayuda a propagar su discurso anti corrupción y deja en un verdadero aprieto a la única voz visible opositora, la del ex presidente Felipe Calderón.

La rapidez con los que estos tres acontecimientos y sobre todo después de los malos momentos por los que había transitado el gobierno de López Obrador es lo que nos hace pensar que los astros se están alineando o la favorable conspiración del universo, pero
en la política no se alinean los astros, el universo no es el que conspira y no creo que Mhoni Vidente o cualquier otro exponente de la cartomancia visite Palacio Nacional para leerle el tarot al presidente.

En la política los que se alinean son los actores, los que conspiran son las élites y quienes leen las cartas son los que tienen el sartén por el mango.

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