Por el acto de sabotaje que dejó como saldo el choque entre 39 vagones y cuatro locomotoras en Veracruz, Miguel Ángel Yunes, gobernador de Veracruz anunció que la Marina, Sedena y Gendarmería tomarán el control de la seguridad en el tramo Puebla-Veracruz.

La reacción viene tras el alarmante incremento de dicho delito, cada vez más común en ambos estados y que además de generar millonarias pérdidas económicas involucra a pobladores en ilícitos orquestados por grupos del crimen organizado.

La Gendarmería Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de la Marina tomaron el control de la seguridad de las vías férreas en el tramo que comunica a Puebla y Veracruz, epicentro del robo a trenes de carga en México, para frenar el saqueo por parte del crimen organizado.

El tramo ferroviario que une a Puebla y Veracruz es el más peligroso de acuerdo con el “Reporte de Seguridad” del Sistema Ferroviario Mexicano, el cual advirtió que en ambos estados se consumaron 506 atracos; 276 en Veracruz y 230 en Puebla.

En tanto, ambos estados sumaron el 29 por ciento del total de ataques cometidos en todo el país.

Diversificar

De acuerdo con especialistas, el aumento de robo en trenes y su cada vez, modus operandi más agresivo, es consecuencia del asentamiento de la Marina a la zona el Triángulo Rojo, lo que obligó a las bandas a “diversificar” sus actividades para seguir generando ingresos.

Y, al igual que en caso de robo de combustible, cada vez es más habitual ver a niños “halconcitos”, pobladores sumandose al saqueo, o mujeres y niños cumpliendo la función de “escudo”.

A la fecha los operativos realizados por los gobiernos estatales no han dado los resultados esperados.

Tan sólo en Puebla los grupos delincuenciales han obtenido como botín un cargamento de mil toneladas de granos en Tehuacán; 100 toneladas de cemento en Tepeaca, y varios cargamentos de aparatos electrónicos, automóviles, artículos de papelería, vinos entre otros.