El gobierno de México e Iberdrola acordaron la venta de 13 plantas en el país que serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en una operación de 6 mil millones de dólares que el presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como una “nueva nacionalización”.

La “nacionalización” llega después de que la empresa española anunciara la venta del 87 % de sus activos, a razón de la mala relación que mantienen con el gobierno de López Obrador.

Previamente Iberdrola anunció que había firmado un memorando de entendimiento con Mexico Infrastructure Partners (MIP) para venderle 8 mil 539 megavatios (MW) de capacidad instalada de ciclo combinado y 103 MW de energía eólica en el país latinoamericano por 6 mil millones de dólares.

Horas después, el mandatario federal habló sobre las transacciones en un video divulgado en redes sociales en el que estaba acompañado por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, y directivos en México de la empresa española.

“Esto significa el rescate de la Comisión Federal de Electricidad y es una nueva nacionalización de la industria eléctrica”, dijo López Obrador.

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Debe recordarse que previamente López Obrador expresó su rechazo a la empresa, incluso acusó a la empresa de poderarse del mercado eléctrico en tiempos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, “sobre todo lo que tiene que ver con el abasto a mayoristas, se apoderan. Yo les puedo decir, la CFE no tiene clientes en el sector empresarial de Nuevo León. Ya no existe ahí la Comisión Federal de Electricidad”.

La Comisión Reguladora De Energía (CRE) multó a Iberdrola con 9 mil 145 millones de pesos por considerar que violó un permiso de generación de energía eléctrica de autoabasto vendiéndola a sus socios. Empero, un juez federal concedió una suspensión definitiva contra la sanción económica.