Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, señaló que, pese al arancel del 17% al jitomate o tomate rojo, no es posible detener las exportaciones por la alta demanda que tiene Estados Unidos y la cual no pueden abastecer en ningún otro lugar.

Sin embargo, eso no implica que no estén tomando medidas de acuerdo al Plan México, mismas que anunciarán oficialmente la próxima semana, reveló en su conferencia mañanera de este martes 15 de julio,

En tanto, se mantiene la mesa de negociación con Estados Unidos hasta el 1 de agosto, día en el que se impondrán los nuevos aranceles, informó la mandataria.

También mencionó que no solo buscarán un acuerdo por el jitomate, sino también se sigue negociando por otros aranceles como al cobre, acero y aluminio.

De igual forma recordó que fue el Departamento de Comercio de Estados Unidos el que decidió unilateralmente terminar el acuerdo de suspensión de tomate fresco. Aplicando así una cuota compensatoria del 17.09% del valor a todas las exportaciones mexicanas de jitomate.

Esta medida, que había estado suspendida por 28 años, se origina en una investigación antidumping de 1996 promovida por algunos productores estadounidenses. Especificó que estos no representan la mayoría de la producción de tomate en Estados Unidos, en su mayoría son de Florida.

Cabe recalcar que el jitomate fresco es un producto de consumo generalizado en Estados Unidos, con un mercado que asciende a 6 mil 500 millones de libras. De estos, 4 mil 300 millones se abastecen por México, lo que es aproximadamente el 66 %, y solo un 9% de otros países.

También recordó que dos de cada tres tomates que se consumen en Estados Unidos don de México, pero además, en los últimos 120 años el sector se ha fortalecido y modernizado, convirtiéndose en uno de los exportadores más competitivos del mundo por su alta calidad.