México es el noveno país más complejo para las empresas en materia de cumplimiento fiscal y contable, esto en gran medida por la nueva facturación electrónica que aumentó el grado de complejidad, llevando al país a escalar seis lugares.

La jurisdicción de mayor complejidad es China, seguida de Brasil, Turquía, Argentina, Italia, Argentina, Francia, Bolivia, Colombia, México y cierra la lista Rusia, indica el Índice de Complejidad Financiera 2018 de la firma TMF Group.

Aunque el estudio advierte que “la complejidad financiera es crucial para los ejecutivos de las compañías” este no será completamente determinante, pues también consideran “tiempo, dinero y esfuerzo en el cumplimiento” y cómo afectaría el rendimiento y la rentabilidad”, indicó el estudio.

Facturación electrónica, la clave

¿Cómo es que México escaló del lugar 15 al 9 en un año? La respuesta es la facturación electrónica, que, de acuerdo con el reporte, además hacer que el país ascendiera 6 lugares, la colocó como la jurisdicción con mayor complejidad alrededor del mundo en lo que se refiere a los procesos contables que tienen que cumplir las empresas y los inversionistas.

Por ello el país presentó una tasa de complejidad de 78 por ciento, la más alta de todas las analizadas y muy por arriba del promedio que fue de 46 por ciento, con lo que el país se mantiene como el más complejo para realizar sus registros contables.

A pesar de todo, el país continúa siendo atractivo para los inversionistas y empresas, quienes deberán priorizar contar con un entendimiento profundo de las regulaciones y practicas locales.

Para determinar el listado, utilizaron cuatro parámetros: cumplimiento (transacciones transfronterizas, representación corporativa y requisitos y métodos de almacenamiento de datos), impuestos (cumplimiento de obligaciones fiscales), informes (regulaciones legales y reporte local), y contabilidad.

En contraste, las Islas Caimán, las Islas Vírgenes, Jersey, Hong Kong, Curazao, Afganistán, Guyana, Noruega, Bangladesh y Singapur son la de menor complejidad financiera.