Alejandro Armenta Mier se desistió, el pasado 24 de abril, de las impugnaciones que había presentado en contra de su compañero de partido Luis Miguel Barbosa.

El TEPJF dio cuenta del desistimiento del inconforme una vez que los dos personajes negociaron, con Ricardo Monreal de testigo “de honor”, el fin de las diferencias y acordaron marchar juntos.

Los magistrados de la Sala Superior del TEPJF hicieron caso de los escritos promovidos por Armenta para desechar los recursos SUP-JDC-87/2019, SUP-JDC-90/2019, SUP-JDC-91/2019 y SUP-JDC-92/2019, promovidos en contra del candidato Barbosa Huerta.

Ahora, el candidato Barbosa tiene el reto de incrementar la ventaja que las encuestas le dan. Sin el efecto de la presencia de Andrés Manuel en la boleta, y con el apoyo ahora de su compañero de partido Armenta Mier, pronto terminará de recorrer todo el Estado y participar en el debate.

Los otros dos candidatos son víctimas del descrédito de los partidos que los postulan y del hartazgo de los votantes que ahora los repudian.

Enrique Cárdenas Sánchez ya no levantó sus propias expectativas; además padece de una desbandada de cuadros y militantes de MC, PRD y, sobre todo PAN, que solo le prestaron las tres franquicias pero que no mueven un dedo en su campaña.

Ni el “…De dónde chingaos…” ha logrado superar la modorra.

Alberto Jiménez Merino, aún cuando es un cuadro rescatable del PRI, ha tenido que padecer la reapertura del caso Mario Marín y cargar solo con los 80 años de abuso partidario.

A un mes de la elección, esta parece definida, aunque en política nada es definitivo.

En todo caso, la 4a. T. no ha derramado sus virtudes sobre el proceso en Puebla.

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