En Estados Unidos una niña de nueve años se negó a contestar un problema de matemáticas al considerar que era ofensivo el ejercicio que le pedía comparar el peso de tres niñas para saber quién estaba “más gordita”.

El problema decía: “La tabla de la derecha muestra el peso de tres niñas de cuarto grado. ¿Qué tan más pesada es Isabel comparada con la alumna más ligera?”, mientras que en la tabla se mostraba el peso de Isabel: 35 kg, Irene: 29 kg, Sue: 29.23 kg.

En lugar de realizar la resta, Rhythm optó por escribir:

“¡¿QUÉ?! Esto es ofensivo. Perdón, no voy a escribirlo, esto es grosero”.

La menor también decidió entregar una carta a la maestra en la que explicaba que le parecía incorrecto comparar a las niñas entre ellas y reclamaba por qué se promueve que comparen su peso con otras a partir de un problema de matemáticas.

“No me gusta porque las niñas no deberían de compararse entre ellas. Sé que era un problema de matemáticas… pero no creo que esté bien”.

Tanto la madre de Rhythm como su maestra y la escuela primaria fueron muy receptivos con su queja, en tanto la compañía encargada de redactar las preguntas, Eureka Math, también respondió sobre lo ocurrido, precisando que lo que se busca es “hacer preguntas más relacionadas con la realidad de los niños”.

Incluso destacaron que en los seis años que llevan trabajando, nunca habían tenido quejas por sus preguntas, sin embargo, en voz de Chad Colby, director de marketing, no será cambiada ni tomarán medidas.

“No hay ningún juicio de valor en la pregunta sobre el peso, sólo es una comparación. Suena a que los padres están poniendo el juicio de valor, no la pregunta”.

La discusión llegó a redes sociales donde algunos aplaudieron la postura de la niña, mientras otros más advirtieron un intento exagerado de corrección política, dado que las matemáticas son siempre neutras y no pueden ser ofensivas.