La Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) ha confirmado oficialmente la existencia de hambruna en la Franja de Gaza, una situación que el Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó como “un desastre provocado por el hombre, una crítica moral y un fracaso de la humanidad”.

Según Guterres, esta crisis “no tiene que ver con la comida; es el colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana”. El informe del IPC advierte que la situación de hambruna es crítica, en la que más de 640 mil personas enfrentarán inseguridad alimentaria catastrófica (Fase 5), y más de 1.5 millones estarán en Fases 3 y 4.

También advierten que la hambruna se extenderá desde la gobernación de Gaza hacia Deir Al Balah y Khan Younis, mientras cientos de miles de personas pasan días sin comer.

La ONU ha reiterado la urgencia de una intervención humanitaria inmediata y masiva, ante el aumento de muertes por hambre y el deterioro acelerado de la nutrición.

A su vez Guterres recordó que Israel, como potencia ocupante, “tiene obligaciones inequívocas en virtud del derecho internacional, incluido el deber de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a la población”.

La declaración del IPC está respaldada por gobiernos, agencias de la ONU y ONG, que exigen dejar atrás toda excusa y actuar.

Las agencias de la ONU también han pedido un alto el fuego inmediato para permitir el acceso sin obstáculos de ayuda humanitaria y la liberación de rehenes, a la vez que advirtieron que son los más vulnerables quienes están en peligro ante la intensificación militar de Israel.

“Muchas personas, especialmente niños enfermos y desnutridos, ancianos y personas con discapacidad, no podrían evacuar”.

La desnutrición infantil se ha disparado: solo en julio se registraron más de 12 mil casos de desnutrición aguda en niños, el número más alto jamás documentado.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, declaró que esta hambruna es consecuencia directa de las políticas israelíes y advirtió: “Es un crimen de guerra utilizar la inanición como método de guerra”.

Tom Fletcher, coordinador de Asuntos Humanitarios, denunció que la hambruna podría haberse evitado si se hubiera permitido el ingreso de suministros vitales. “Es una hambruna a pocos cientos de metros de la comida, en una tierra fértil”, afirmó, señalando que los alimentos se acumulan en las fronteras por obstrucciones sistemáticas de Israel.