Francisco Domínguez Servién, gobernador de Querétaro, es el primer gobernador en desconocer a Rosario Piedra Ibarra como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

Su postura va en concordancia con lo que su partido el PAN ha advertido en los últimos tras el nombramiento de la activista.

Por ello, al considerar que en la elección de Piedra Ibarra hubo irregularidades cometidas por la bancada de Morena en el Senado, y que pese a las denuncias para elegir a la nueva ombudsperson, la bancada hizo uso de su mayoría para mantenerla, el mandatario aseguró que su administración solo aceptará las recomendaciones que emita la Defensoría de Derechos Humanos de Querétaro.

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Domínguez Servién también presumió que su postura es secundada por organizaciones civiles y otros consejeros de la CNDH, que están en desacuerdo con el reciente nombramiento de Piedra Ibarra como presidenta del organismo.

Al mismo tiempo el gobernador recomendó, para que no haya división, que se reponga el proceso, pese a que esa posibilidad ya ha sido descartada por los senadores.

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