El Papa Francisco sufrió un ataque de tos aislado este viernes que resultó en que inhalara vómito, lo que requirió ventilación mecánica no invasiva, pero respondió bien y permaneció consciente y alerta en todo momento, informó el Vaticano.

El episodio, reportado tarde este 28 de febrero por la Santa Sede, llevó a los médicos a mantener su pronóstico sobre el Papa Francisco como reservado, tras una batalla de dos semanas contra una neumonía doble.

El episodio, que ocurrió a primera hora de la tarde de este viernes, resultó en un “empeoramiento repentino de la situación respiratoria”.

Los médicos agregaron que necesitan de 24 a 48 horas para evaluar cómo y si el episodio había impactado su condición clínica general.

El episodio, que los médicos describieron como una “crisis aislada de espasmo bronquial”, es la crisis respiratoria más prolongada que ha sufrido Francisco desde la del 22 de febrero, cuando realmente le costaba respirar, dijo el Vaticano.

Anteriormente los médicos sugirieron que el papa había superado la fase más crítica de la infección, aunque se abstuvieron de afirmar que estaba completamente fuera de peligro.

Debe recordarse que para la ceremonia del Miércoles de Ceniza ya estaba previsto que no participara el papa considerando que requiere una larga recuperación, por lo que será el cardenal Angelo De Donatis, funcionario del Vaticano y antes vicario de Roma, quien presidirá la ceremonia el 5 de marzo y la procesión que da inicio a la Cuaresma previo a la Semana Santa en abril.