Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, junto con Raque Buenrostro Sánchez, secretaria de la Función Pública, anunció la transformación de la Secretaría de la Función Pública (SFP) a la Secretaría Anticorrupción y de Buen Gobierno.

En su conferencia de prensa matutina mencionó que la nueva secretaría tendrá un enfoque preventivo y no correctivo, con un alcance transversal que le permitirá tener injerencia en todas las dependencias de gobierno.

De igual forma presentó los que serán los ejes de la dependencia.

1. Dignificar la carrera del servicio público a través de la formación en integridad.
2. Dar acompañamiento preventivo a las instituciones y blindar programas prioritarios desde el comienzo para inhibir la corrupción.
3. Modernizar la APF.
4. Consolidar compras públicas transparentes a precios justos.
5. Transparencia proactiva.
6. Sumar a la sociedad y al sector privado en el combate a la corrupción.
7. Enfocar a los Órgano Interno de Control (OIC) en áreas de mayor impacto y relevancia.
8. Fortalecer la cultura de la denuncia.
9. Realizar investigaciones que inhiban la corrupción.
10. Combatir la impunidad al hacer que violar la ley sea más caro que cumplirla.

Debe recordarse que la puesta en marcha de esta dependencia también implica la desaparición del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), pues pasará a encargarse de sus tareas.

Además, Buenrostro dijo que también se dará lugar a que “exista mucha transparencia, menos burocracia y cero lujos”. Por ello, se apostará por la digitalización y simplificación de trámites, que hará menos proclives a la corrupción a los funcionarios públicos.