Las condiciones del México actual provocan que siete de cada 10 personas que nacen pobres se queden en esa situación toda su vida, advirtió un estudio del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

De acuerdo con Roberto Vélez-Grajales, director del CEEY, durante la presentación del estudio “El México del 2018”, advirtió que la mitad de los que nacen en el quintil más bajo de la población mexicana se quedan ahí. Y cuatro de década 100, apenas logran un mejor ingreso.

Lo anterior quiere decir que la posición social prácticamente se transmite de padres a hijos, tanto entre quienes se encuentran en la base como en la parte más alta de la pirámide socioeconómica. En resumen, las oportunidades de movilidad resultan muy reducidas.

Ejemplo de ello es que, de cada 10 hijos de padres sin estudios, solo 5 por ciento, termina una carrera; 12 por ciento, la preparatoria; 22 por ciento, la secundaria, y 33 por ciento, la primaria. En tanto, 17 por ciento se queda con la primaria incompleta y 11 por ciento no estudia.

Y es que, tales estadísticas perpetúan la “la persistencia de statu quo, lo que está haciendo de reproducir la condición de origen de las personas y que está generando varios problemas para el país”.

Vélez-Grajales advirtió que es urgente repensar la política social para enfrentar los problemas sociales y políticos que hay en el país, sentenció.

Para ello, el CEEY planteó que haya una reforma fiscal que elimine la informalidad en la actividad productiva y que promueva una mayor recaudación de impuestos. Igualmente.

Al mismo tiempo propone que el sistema de protección social se unifique y universalice, lo que incluye reformas en los sistemas de salud, de pensiones y de seguridad social, propuestas que comenzarán en breve a presentar ante los candidatos a la presidencia de México.