Cuatro tenistas mexicanos y uno guatemalteco fueron suspendidos, dos de por vida, por la Agencia Internacional para la Integridad del Tenis (ITIA) debido a que fueron hallados culpables de amaños en este deporte.

Según explicó el jueves la ITIA, los cinco jugadores no pudieron defenderse de las acusaciones que pesaban sobre ellos y cumplirán la suspensión en un tiempo que se comprenderá a partir del pasado 30 de septiembre.

El mexicano Alberto Rojas Maldonado, que llegó a ser el 992 del ranking global de la ATP en 2015 rompió las reglas se apuestas en 92 ocasiones, siendo la segunda persona que más ofensas ha cometido en la historia, y por lo cual recibió una sanción de por vida, además de una multa por 250 mil dólares.

El guatemalteco Christopher Díaz Figueroa, que llegó a ser 326 del mundo en 2011 ya había sido sancionado por tres años debido a amaños, por lo que ahora se le suspendió de por vida y deberá pagar 75 mil dólares.

José Antonio Rodríguez, quien jamás logró colocarse dentro del top mil del ranking, cometió ocho ofensas y no volverá a pisar una cancha profesional dentro de los próximos 12 años; su multa será de 25 mil un dólares.

El mexicano Antonio Ruiz Rosales, que fue el 652 del mundo en 2008, ha recibido una suspensión de diez años y 30 mil dólares de multa por siete ofensas.

Finalmente, Orlando Alcántara Rangel no podrá jugar por dos años por las mismas afrentas y pagará 10 mil dólares para compensar los daños como sanción.

La investigación que dio lugar a sus castigos está relacionada con la reciente suspensión de otros siete jugadores: Arnaud Graisse, Arthur de Greef, Julien Dubail, Romain Barbosa, Maxime Authom, Omar Salman y Alec Witmeur, quienes están vetados de las competencias por entre nueve meses, dos y tres años.

El esfuerzo fue llevado a cabo por la colaboración entre la ITIA y las autoridades belgas, quienes condenaron a cinco años de prisión a Grigor Sargsyan, líder de una red de amaño de partidos que incluía a más de 180 tenistas profesionales que lo llevó a convertirse en millonario.

Con información de EFE