Alejandro Encinas, subsecretario de Gobernación, señaló que Tomás Zerón ha obtenido una suspensión provisional con la que se prohíbe que el exfuncionario sea señalado como torturador y creador de la verdad histórica del caso Ayotzinapa, en donde fueron desaparecidos 43 estudiantes normalistas de Iguala.
“Acabo de recibir hace un momento en mi oficina un amparo que concedió el juzgado séptimo de distrito en materia administrativa de la Ciudad de México al señor Tomas ‘N’ en donde se me prohíbe decir la verdad. Es un asunto paradójico en el país, al presidente de la Comisión de la Verdad se le instruye no decir la verdad”, reprochó Encinas previo a iniciar el Segundo Informe de la Comisión Ayotzinapa.
La suspensión provisional en favor del ex director de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) cuando los normalistas desaparecieron en 2014, indica que el Gobierno mexicano no puede hacer señalamientos en su contra.
La medida fue otorgada por la jueza María Isabel Bernal Hernández, titular del Juzgado Séptimo de Distrito en Materia Administrativa, a través del amparo 1497/2023.
“Se concede la suspensión provisional a Tomás Zerón de Lucio para el único efecto de que las autoridades responsables se abstengan de continuar realizando declaraciones verbales, escritas, o la publicación de contenido en páginas oficiales o redes sociales mediante la que se afirme, sugiera o preste dentro de un contexto especial al quejoso, sosteniendo que es un torturador, que realizó actos de tortura o creó la verdad histórica en el caso Ayotzinapa”, indica la suspensión.
Zerón de Lucio presentó este amparo al señalar que las afirmaciones del subsecretario de Gobernación atentaban contra los principios de presunción de inocencia y debido proceso.
Actualmente, Zerón de Lucio está refugiado en Israel después de haber sido acusado de haber cometido actos de tortura en la investigación de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.
La acusación de torturador se respalda con la filtración de un video en el que se observa el interrogatorio de Felipe Rodríguez Salgado, “El Cepillo”, presunto líder de Guerreros Unidos, encapuchado, esposado y siendo amanezado, presuntamente para obetner una confesión sobre la desaparición de los normalistas.
