Más que en otras épocas previas a la masificación de medios, la información a la que tenemos acceso es abrumante y aparentemente repetitiva. Somos una sociedad sobreestimulada de datos donde los algoritmos canalizan, en buena medida, lo que consumimos en línea, los diarios hacen réplica de las notas de agencia, las redes son tan útiles en difundir cualquier dato cierto o falso, mientras las televisoras alimentan a sus audiencias del tipo de información que las tendencias y los objetivos políticos les dictan, cambiando poco a poco la deontología periodística,  y con ello cambiando también la manera en que se lleva a cabo la discusión pública y se nutre en los ciudadanos la capacidad de crear opiniones concretas sobre asuntos que les atañen.

De esta manera, el juicio de destitución* del presidente estadounidense Donald Trump, pasó por las pantallas de su país y del mundo, sin cambiar percepciones sobre su mandato o su persona. Aún la información más destructiva se vio filtrada por medios de acuerdo a su línea editorial.

Fueron casi cuatro meses en que las noticias estuvieron inundadas de información sobre los avances del juicio de destitución contra el presidente estadounidense, quien fue acusado de violar la ley al instruir al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky que buscara información perjudicial sobre Joe Biden, uno de los principales candidatos demócratas que podrían enfrentarlo en las elecciones presidenciales de 2020. (BBC 22-01-2020)

El incidente se dio en un momento clave en que los demócratas buscaban evidenciar los abusos de poder que Trump ha cometido, siendo que en repetidas ocasiones se ha rumorado que promueve sus negocios particulares desde la presidencia, que se maneja de una manera incoherente, torpe, desinformada y agresiva tratando asuntos diplomáticos, así como golpea a los medios críticos difundiendo información falsa a través de redes sociales y en público. Un juicio político por un incidente como el que describe el denunciante anónimo con el presidente Zelensky, sería apenas una de las páginas en que el comportamiento del mandatario ha causa preocupación a sus asistentes en la Casa Blanca. 

Por ello, desde el verano del 2019 cuando apareció la denuncia anónima los demócratas trabajaron incansablemente para juntar evidencias y testigos para convencer al público de que el presidente Trump cometió un delito que ameritaba su remoción, siendo que bajo las leyes estadounidenses es ilegal pedir ayuda a entidades extranjeras para ganar una elección. La acusación formal se hizo en diciembre de 2019 por la Cámara de Representantes demócrata que lo acusó de dos cargos concretos: abuso de poder y obstrucción del Congreso. Por su parte, Trump argumentó y defendió desde el inicio que él no había hecho nada indebido mientras paralelamente se armó de un equipo de abogados entre los cuales se encontraba a el conocido Rudy Giuliani. Su equipo se preparó para enfrentar los cargos rechazando la presentación de evidencias y testigos fundamentales para la gravedad del caso. El juicio se llevó a cabo en los últimos días de Enero de 2020, en Washington. (BBC)

El juicio de destitución fue un evento marcadamente de formas, donde la retórica legal fue fundamental para el seguimiento del proceso político, mientras que los hechos, testigos y evidencias, pasaron a un segundo plano. No se esperaba, en realidad que el presidente fuera destituido, para ello los senadores del Partido Republicano, quienes empoderaron a Trump, tendrían que darle la espalda, mientras las elecciones próximas penden sobre sus cabezas. Por lo tanto, el mandatario salió victorioso del juicio controlado por los republicanos.

Al final, tal como temían algunos demócratas en un principio, Trump no sólo salió airoso de esta situación, sino que está usando este incidente como leva para probar su superioridad y apoyo camino a la nueva campaña presidencial. 

En este contexto, el trabajo de los medios fue fundamental para moldear la opinión pública, precisamente haciendo labor de apelar a audiencias de convencidos y reforzar sus opiniones mediante la cobertura tendenciosa de los eventos, asegurando así un público que se congratulaba en escuchar lo que hacía eco a sus propias opiniones, aunque en efecto no estuviera siendo informado.

* Impeachment

Twitter: @Clitemnistra


Periodista. Escribe sobre asuntos internacionales, crisis, conflicto y periodismo. Previamente corresponsal en Jerusalem.