World Central Kitchen pidió una investigación independiente de los ataques israelíes que mataron a siete de sus miembros en la Franja de Gaza e instó a Australia, Canadá, Polonia, Estados Unidos y Reino Unido —de donde eran los fallecidos— que se unan a su reclamo.

En un comunicado la organización demanda al gobierno israelí “que conserve inmediatamente todos los documentos, comunicaciones, grabaciones de video y/o audio, y cualquier otro material potencialmente relevante acerca de los ataques del 1 de abril”, acciones que Israel ha justificado señalando que los ataques que alcanzaron el convoy en el que viajaban los trabajadores humanitarios fue un error y que ha abierto una investigación independiente.

Sin embargo, Lloyd Austin, secretario de Defensa de Estados Unidos, dijo que el incidente refuerza la preocupación acerca de los planes israelíes de ampliar su ofensiva terrestre a Rafah, al sur del enclave.

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Debe recordarse que los trabajadores estaban en un auto perfectamente identificado con el logotipo de la organización, además el Ejército estaba “al tanto de su itinerario, ruta y misión humanitaria”, sin embargo eso no evitó que fueran atacados por los israelíes.

Los trabajadores humanitarios estaban distribuyendo la ayuda que llegó a través del corredor marítimo abierto recientemente para hacer llegar alimentos a los cientos de miles de palestinos que pasan hambre en el norte de Gaza, que lleva meses aislado por las fuerzas israelíes.

Tras el ataque World Central Kitchen y otras ONG suspendieron sus operaciones debido al deterioro de la seguridad.