Mujer revolucionaria, de ideas liberales, que luchó junto con los hermanos Flores Magón, Camilo Arriaga y Librado Rivera para conseguir el derrocamiento de la dictadura porfirista, así fue Juana Belén Gutiérrez, una de las principales promotoras del feminismo y periodismo en pleno siglo XX.

Nacida en Durango el 27 de enero de 18587, Juana Belén Gutiérrez dedicó gran parte de su vida a denunciar las injusticias que ocurrían diariamente contra mujeres, niños y mineros en su ciudad natal.

A los 22 años comenzó a colaborar de manera anónima en periódicos locales, dejando en sus escritos un claro carácter opositor que le valió, al ser descubierta, ser encarcelada durante dos años.

Al salir de la cárcel, se muda a la Ciudad de México lugar desde el cual continúa su lucha con el semanario Véspere desde donde criticó a la administración de Porfirio Díaz y a la Iglesia.

Coronela

Sus acciones no pasaron inadvertidas ante los revolucionarios, al ser reconocida entre los más altos círculos liberales participó activamente en la elaboración del Plan Ayala, lo que le permitió ser nombrada coronela por el Caudillo del Sur, Emiliano Zapata.

Varias veces pisaría la cárcel, sus ideas, convicciones y reclamos no pasarían desapercibidos para nadie.

A finales de la década de 1930, la activista dirigiría su trabajo a las causas indígenas, la educación y el derecho al voto.

“Porque no puedo callar y dedicarme a bordar, pintar, tejer…hacer esas preciosuras que hacen las mujeres. No puedo, ni yo, ni miles de mujeres pobres en México”, decía Juana Belén Gutiérrez.

Vivió 67 años y su última batalla la perdió el 13 de julio de 1942.