Redacción PH

Aunque en el pasado Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, anunció que ya estaba en marcha un proyecto para construir un nuevo penal e incluso ya sabían su ubicación, este viernes el mandatario descartó que se construya un nuevo reclusorio y en su lugar se rehabilitarán varios espacios.

Manifestó en su conferencia de prensa, recalcando que para el proyecto de rehabilitación se destinarán mil millones de pesos, incluyendo la conversión del Cereso de Ciudad Serdán para que se convierta en el primer reclusorio femenil del estado, la construcción de un comedor en San Miguel, la rehabilitación completa del de Tepexi de Rodriguez, además de mejoras en los reclusorios de Tehuacán y Cholula.

En el caso de San Miguel recordó que la rehabilitación tiene como finalidad lograr una ampliación que permita albergar mil reclusos más, por lo que se construirán más dormitorios y reforzarán medidas de seguridad, a la par que ya se destruyó el pueblito de 100 cuartos que servían como “suites” de delincuentes, espacios de prostitución y de venta de droga.

En ese tenor señaló a los ex secretarios de Seguridad Rogelio López Maya, Raciel López Salazar y Miguel Amézaga Ramírez, de haberlo engañado y desobedecido en cuanto a la destrucción de ese espacio, pues recibieron beneficios al permitir la existencia de estos espacios, sin embargo no especificó si se les inició una investigación o aplicó alguna sanción por vincularse “a los beneficios de la existencia de esas construcciones”.

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Barbosa y las nuevas cárceles

Tras su llegada al poder el 1 de agosto de 2019 el mandatario anunció un proyecto para renovar el sistema penintenciario del estado, sin embargo, poco a poco lo fue modificando hasta que descartó que se construya un nuevo penal.

Fue en octubre de 2019 cuando en conferencia de prensa el mandatario anunció la construcción de cinco penales, estos se harían bajo el esquema de Asociación Público Privada (APP) y contemplaba la construcción de un nuevo reclusorio en la capital que albergaría hasta cuatro mil reclusos.

Ese mismo mes, durante una visita a Teziutlán el mandatario calculó que el “centro penintenciario metropolitano” estaría listo en 2 años y medio, mientras que los otros cuatro penales se ubicarían en Huauchinango, Izúcar de Matamoros, Teziutlán y Tehuacán y podrían albergar a mil personas cada uno.

En diciembre de 2019 el mandatario afirmó que la construcción del “centro penintenciario metropolitano” iniciaría en enero de 2020, “haya o no dinero público”.

En esa ocasión también afirmó que ya tenía en la mesa varias propuestas para construir los penales regionales, no obstante todo se decidiría por licitación.

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En junio de 2020 el mandatario informó que a raíz de la pandemia las fuentes de financiamiento se habían ido sesgando, descartando entonces la construcción de un reclusorio federal y la edificación del fuentes de financiamiento se ha ido sesgando.

También descartó que se construyeran los cinco penales y lo redujo a dos, que servirían para el traslado de los ceresos de Cholula y Tehuacán.

En diciembre de 2020 nuevamente descartó la construcción de los dos ceresos arguyendo la falta de recursos.

Finalmente, en mayo pasado el mandatario afirmó que sí se construiría un nuevo penal, proyecto en el que invertirían más de mil millones de pesos, incluso dijo que se había decidido su ubicación, sin embargo este día aclaró que los mil millones serán para rehabilitar los espacios penitenciarios existentes.