Maribel Velázquez @Maribel_VO

Puebla es la segunda entidad del país con más presos contagiados y muertos por COVID-19 conforme con el último reporte publicado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

En el territorio poblano 381 prisioneros dieron positivo a la enfermedad, de los cuales 38 fallecieron. Con estas cifras la demarcación se ubicó por debajo de Ciudad de México en donde mil 613 se contagiaron y 55 fallecieron.

Al corte del 13 de abril de este año, México cuenta con 3 mil 380 casos confirmados de COVID-19 y 255 defunciones. Se sospecha que otras siete personas podrían estar contagiadas.

Hasta la fecha antes referida la CNDH reportó que ocurrieron tres riñas o motines por motivos de seguridad cuando las autoridades promueven respetar la sana distancia con la finalidad de disminuir los riesgos de contagio.

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En el caso del estado poblano, destaca que las autoridades estatales determinaron separar a los enfermos en un inmueble distinto al sitio en donde están presos con el objetivo de bajar el peligro de infección.

Respecto a las vacunas aplicadas a los presos, la CNDH informó que Puebla es el tercer sitio en donde más se han aplicado al sumar 231. Se posicionó por debajo de Jalisco con 282 y Veracruz con 243.

La CNDH contabilizó mil 731 vacunas aplicadas en centros penitenciarios del país. La vacunación se lleva a cabo por grupos de edad. Actualmente las primeras y segundas dosis se enfocan a personas de más de 60 años.

El territorio poblano cuenta con centros penitenciarios en Acatlán de Osorio, Chignahuapan, Cholula, Huauchinango, Huejotzingo, Libres, Puebla, Ciudad Serdán, Tecali de Herrera, Tecamachalco, Tehuacán, Tepeaca, Tepexi de Rodríguez, Tetela de Ocampo, Teziutlán, Tlatlauquitepec, Xicotepec de Juárez, Zacapoaxtla y Zacatlán.

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En diversas ocasiones la CNDH ha señalado que los prisioneros no cuentan con espacios adecuados, hay hacinamiento, así como falta de limpieza en los espacios.