Minutos después de disolver el Congreso de Perú, Pedro Castillo, presidente de Perú, fue detenido por orden del mismo parlamento que lo acusó de “incapacidad moral”.

Su destitución fue aprobada con 101 votos de los 130 congresistas, mientras la vicepresidenta Dina Boluarte deberá asumir la presidencia de la República.

La destitución del mandatario se dio en su tercer intento por sacarlo del poder desde que asumió la presidencia hace 16 meses.

Previo a su caída Castillo lanzó un mensaje en el que ordenaba la disolución temporal del Congresa, a la par que se instauraba un gobierno de emergencia excepcional, y se convocaba en el más breve plazo a un nuevo Congreso con facultades constituyentes para elaborar una nueva Constitución.

El presidente también había ordenado un toque de queda y la reorganización el sistema de justicia, el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia, el Tribunal Constitucional.

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En respuesta el presidente recibió la renuncia de algunos de sus funcionarios y representantes de gobierno en el extranjero, incluso de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, le exhortó a revertir la disolución del Congreso.

La detención del presidente, presuntamente se dio cuando se dirigía en un vehículo rumbo a la embajada de México en Lima, más tardes en redes sociales se compartió una imagen del presidente detenido y custodiado por las autoridades para ser trasladado a la Prefectura de Lima.