Redacción PH
Pedro Castillo, presidente de Perú, estableció gobierno de excepción y determinó disolver temporalmente el Congreso.
Su determinación llegó tras el tercer intento del Congreso de destituirlo como mandatario, discusión que ocurriría este día y requería de 87 de los 130 votos de los legisladores para separarlo de su cargo.
No obstante, previo a la sesión Castillo anunció la disolución temporal del Congreso, anunció un toque de queda hasta las 16 horas del jueves y llamó a elecciones congresales.
“A partir de la fecha y hasta que se instaure el nuevo Congreso de la República, se gobernará mediante decretos ley (…) Se declara en reorganización el sistema de justicia; el Poder Judicial, el Ministerio Público, la Junta Nacional de Justicia y el Tribunal Constitucional”, pronunció Castillo en su mensaje.
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Tras el anuncio los ministros de Economía y Finanzas, y Relaciones Exteriores, anunciaron su renuncia a sus respectivos cargos.
Lo mismo hicieron Harold Forsyth representante del Perú en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y Manuel Rodríguez Cuadros, embajador de Perú ante la Organización de las Naciones Unidas.
Debe recordarse que el mandatario enfrenta acusaciones de corrupción, investigaciones a las que no ha querido responder, por lo que sus opositores consideran que sus acciones responden a las “abrumadoras pruebas de corrupción” que pesan en su contra.
