Don Melchor

^{Triunfar no es vencer siempre
Triunfar es no desistir;
Es en pos de la meta firme,
Con mano diestra proseguir.
Triunfar es seguir el camino
Y ser fiel hasta el fin …
Amado Nervo}

¡Rediéz! a Fe mía, que los jaloneos y empujones para ocupar la silla máxima de mi Casona se han vuelto intensos, con una modalidad característica de este siglo XXI: por abajo del agua, en silencio, en secreto, en los pasillos y en las mesas de café, apoyados por ese nuevo recurso dizque novedoso que llaman “redes sociales”.

Inventan, afectan honras, distribuyen embutes, logran construir realidades fuera de la ídem. Falsos testimonios, chismes de escondrijos que afectan honras, versiones que generan falsas realidades, personajes que de la nada se convierten en los salvadores salidos del infierno.

Pusilánimes que esconden la cara, ocultan realidades y verdades. Me dicen que así es la política moderna. Que hay que empinar a unos para hacer lucir a otros.

¡Joder! Y yo respondo: ¡Mis talegas que! Que de esta guisa no debe haber poridad. No se vale acocharse en mi Casona. De frente y nos amanecemos.

El que quisiere que se forme, que venga y que se abra.

Os lo juro, que mi Casona debe ahora ajustarse a las nuevas realidades de este siglo XXI, que convenzan a los de abajo, a la plebe, a la conciencia y no hagan caso al vituperio de los de arriba.

Este Siglo XXI es una nueva realidad, mi Casona de fines del Siglo XX debe ya sucumbir y reformarse. Los largos proyectos se han agotado y las transiciones se pueden violentar. Os lo juro, lo he vivido y padecido desde fines del Siglo XVI.

Os los dejo con las ganas de los nombres, los daré en reflexiones posteriores, no desesperéis.

Recordaos, No se ganó Toledo en un credo.