Nueve personas fueron azotadas este martes públicamente en un estadio de la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, tras ser acusadas de robo y homosexualidad, por el Tribunal Supremo dirigido por el gobierno talibán.

El estadio Ahmad Shahi fue escenario del castigo infligido por los talibán sobre nueve hombres, que recibieron entre 35 y 39 latigazos, un escarmiento que vuelve a aplicarse en Afganistán tras la llegada de los fundamentalistas hace año y medio, a pesar de la condena de la comunidad internacional.

La cadena afgana Amu TV publicó unas imágenes en las que se puede ver cómo cientos de personas asistieron a los castigos que ordena la sharia, la interpretación más estricta de la ley islámica y que ya ha sido utilizada para el ajusticiamiento en un pelotón de fusilamiento de una persona el pasado mes de diciembre.

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La irrupción de los talibán en Afganistán ha sido vista con preocupación en la comunidad internacional, que por el momento no ha reconocido el nuevo gobierno liderado por los fundamentalistas que han incumplido todas las promesas que hicieron cuando llegaron al poder.

Desde entonces han decretado nuevas leyes para impedir el acceso a la educación de niñas y mujeres, así como otras medidas que las impiden tener libertad de movimientos, o incluso trabajar en agencias humanitarias, de las que dependen la práctica totalidad de la población afgana.