La mayoría de Morena y aliados en el Senado de la República aprobó en lo general, y sin agotar trámites en comisiones, reformas clave a la Ley General de Aguas y la Ley de Aguas Nacionales, con el objetivo declarado de frenar el acaparamiento y el mercado negro de concesiones. La votación fue de 85 votos a favor (Morena, PT, PVEM) y 36 en contra (PAN, PRI, MC).

El dictamen, aprobado en los términos de la minuta enviada por la Cámara de Diputados, establece las siguientes modificaciones sustanciales:

• Prohibición de transmisión de concesiones: No se permitirá la transferencia de títulos de concesión de agua entre particulares.
• Eliminación de cambios de uso: Se eliminan las modificaciones en el uso de las concesiones.
• Restricciones en prórrogas: Las prórrogas se otorgarán únicamente por el mismo tiempo que el título original, sin considerar la disponibilidad de agua.
• Nuevo Registro Nacional: Se crea el Registro Público Nacional del Agua y se obliga a inscribir en él el padrón de núcleos agrarios y sistemas comunitarios.
• Fondo de Reserva: Se establece el Fondo de Reserva de Aguas Nacionales, que permitirá al gobierno reasignar volúmenes recuperados por extinción, cesión voluntaria o derechos preferentes.
• Derechos de Herencia y Venta: Se mantienen los derechos de agua al heredar o vender propiedades con concesión.

La aprobación se dio en medio de la negativa del coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández, de reunirse con productores del campo que temen que la reforma afecte su derecho a heredar tierras con concesiones de agua.

Senadores de oposición advirtieron que la reforma otorga un control político excesivo del gobierno sobre el agua y los terrenos agrícolas.

La panista Verónica Rodríguez acusó a Morena de disfrazar la reforma como un derecho humano, cuando su verdadero fin es controlar el acceso al líquido de manera discrecional, lo que incluso podría bajar el precio de los terrenos.

Luis Donaldo Colosio de Movimiento Ciudadano señaló que la ley “se queda corta” y “abre la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales” y genera incertidumbre para el campo mexicano.

Como era de esperarse la reforma fue defendida por senadores de Morena que defendieron la reforma como un paso para garantizar el acceso al agua para todos.

Pese a la tensión, la sesión se realizó en la sede habitual del Senado sin bloqueos, aunque con un operativo de resguardo de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México.

Se espera que las más de 20 reservas presentadas por la oposición sean rechazadas antes de turnar el dictamen al Ejecutivo federal para su promulgación.