PeriodismoHoy

3 agosto, 2020

Redacción PH

Barbosa alista plan de reapertura; no podemos retrasarla más, reconoce

Redacción

Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, presentará este viernes el Modelo de Regreso de Actividades, reapertura que iniciará pese a que Puebla seguirá por dos semanas más en semáforo rojo, pues de no hacerlo se pone en riesgo la estabilidad del estado por la “presión social”.

Aunque en la rueda de prensa matutina no precisó cuándo reiniciarán actividades, anteriormente junto con el sector empresarial del estado habían acordado el 7 de agosto como la fecha para reiniciar actividades, después de casi cuatro meses de inactividad por la contingencia sanitaria.

A más tardar este 7 de agosto, el gobierno de Puebla en conjunto con la Secretaría de Salud federal presentará un Modelo de Regreso de Actividades en el estado, con el cual se realizaría la reapertura de negocios de manera paulatina, pues reconoció que no comenzar la reactivación sería riesgoso por la presión social.

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También aclaró que los decretos emitidos como parte de la emergencia sanitaria seguirán vigentes, aunque con modificaciones para que se adapten a Nueva Normalidad.

De igual forma precisó que en la reactivación también intervendrán las Secretarías de Economía, Trabajo y Gobernación, quienes a su ves estarán a cargo del diálogo con las organizaciones comerciales y empresariales.

Quedamos de construir en esta semana un Modelo de Regreso de Actividades en Puebla para el día 7 de agosto, haremos una propuesta a más tardar el viernes, juntos la Federación y Estado vamos a construir esto y la daremos a conocer. Hay una muy buena coordinación que nos va a permitir tomar decisiones acertadas.

Respecto a los negocios que serán prioridad para la reapertura, mencionó que se les dará prioridad a restaurantes, librerías, papelerías, establecimientos comerciales y “comercios que provoquen movilidad económica”.

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Barbosa Huerta apuntó que regresar a las actividades comerciales implica el mismo riesgo que no hacerlo, pues existen las posibilidades de un rebrote, así como la presión social por no reabrir.

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